Las molestias de la soprano

JAVIER TORRES

Madrid
Hasta que no se apagan las luces de la sala y no aparece la cantante, sólo se escuchan murmullos. Pero justo cuando comienza el concierto de toses, teléfonos móviles sonando (o vibrando) y envoltorios de caramelos, la soprano aparece para interrumpir la dulce melodía del ruido. La mala educación es la razón que lo explica todo.
(Fe de errores: el concierto es de una soprano. Las interrupciones, las del público que no sabe quedarse callado y sin hacer ruido)

Javier Torres
Redactor de Política, trabaja en el Congreso y hace seguimiento de Vox. Anteriormente formó parte de...




