Hombres invisibles
Siempre me he enamorado de hombres que no existían

Historias a media mañana con Espido Freire (13/03/2017) - Hombres invisibles
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
Siempre me he enamorado de hombres que no existían. Existen, claro que existen, alguien los encarna, poseen un cuerpo, un rostro, pero no en mi mundo, ni a mi alcance. Por mi marido, por un novio que tuve de chica y que me ilusionó mucho, he sentido algunas cosas bonitas. Breves. Confusas. Se entremezclaban con el miedo y con el aburrimiento.
Amé de verdad a algunos actores en algunos papeles. Lo heredé de mi madre, que se encontraba apasionada, ciegamente enamorada de Car Gable. Luego vivió un amor otoñal con Ro Jason. De película en película, de postal en postal, su amor atravesaba etapas que afectaban nuestra casa y nuestras meriendas. La veíamos con un brillo especial, a veces, como una niña con un secreto.
-Estrenan una de Ro Jason -decía, y le ponía el abrigo a mi hermana menor y se la llevaba al cine, a la matinée.
Yo me reía de ella, con esa risita condescendiente que le dedicamos a las rarezas de las madres, que nos parece que hayan nacido ya ancianas, ya a nuestro servicio. Luego me di cuenta de que esa capacidad de amar lo invisible es otra herencia, como el mal humor por las mañanas o los juanetes. La sombra de ese amor ha sido el que he vivido con mis hijos, una ferocidad de leona lamiendo a sus cachorros; pero no es lo mismo. He soñado, se me ha acelerado el corazón, se me ha cortado la respiración sola y solo con esos hombres. Bar Reinols. Stima Cuin. Aún, a veces, quedamos.




