"El teatro era nuestra vida, jugábamos a copiar a nuestros padres"

Barcelona

Este miércoles nos ha acompañado una de las actrices con más trayectoria en España, Julia Gutiérrez Caba, perteneciente a una familia con una gran estela de actores y actrices, ni más ni menos que seis generaciones. Natural de Madrid, a sus 84 años se encuentra en Barcelona, después de 15 años sin pisar tablas barcelonesas, representando en el Teatro Poliorama, Cartas de amor junto a Miguel Rellán y dirigida por David Serrano.

“No alejada del oficio, sí del teatro”, se declaraba Julia. Porque el teatro “exige una dedicación total, ensayos largos y pesados. Yo eso ya no lo aguanto”. Sin embargo, Cartas de amor le ha permitido volver al escenario. Un obra que anoche culminó con una gran ovación. La conmoción que inspira se debe al personaje de Julia con 8 años hasta que se transforma en una mujer adulta. Recordando a aquella niña que fue, junto a su hermana mayor Irene, relata: “éramos unas niñas muy buenas, las travesuras que hacíamos eran tan inocentes y tiernas”. Tenían tan integrado el teatro en sus vidas, que a pesar de creer fervientemente en los Reyes Magos, sabían a la perfección que las cabalgatas eran mera representación al ver esas pelucas, maquillaje y vistosos atuendos. En esta generación de dos hijas, llega un tercer miembro, un “varón monísimo y rubito”, Emilio Gutiérrez Caba. Emilio afirma que “el mundo era mucho más fácil cuando estaban mis hermanas y mi madre”.

Emilio se encuentra actualmente en un proyecto literario sobre las mujeres de su familia, de esas tres madres que lo protegían. “Estoy 'encallado' con mi tía Julia, que tiene una gran filmografía y que fue una mujer estupenda, porque es el capítulo piloto para que luego la editorial me dé luz verde, y seguir escribiendo el resto”. El árbol de los Gutiérrez Caba alberga personajes como su tía Julia con un gran sentido del humor, aunque seria a la vez, al igual que su madre; pero el padre era más serio, muy cuidadoso con su trabajo aunque su intervención fuera corta. Y el abuelo materno, un hombre excepcional con el que mantuvieron un gran afecto.

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Les pedimos un consejo para aquellos actores jóvenes que aspiran alcanzar el oficio. Emilio aconseja, “si quieren dedicarse a esto que lo hagan, porque no hay nada peor en el mundo que no hacer una cosa, o hacer una cosa que uno no quiere”, aunque corran malos tiempos económicos “crear algo que tú quieres crear, dejar y hacer lo que tú quieres es lo mejor de este mundo”. Julia añade paciencia, “con todo lo que sale en televisión, inmediatamente la gente te conoce, pero que no se dejen engañar. El oficio no es eso, hay que cimentarlo mucho mejor, y para mí desde luego es el teatro el que te da esa base ineludible”. En toda su historia, ha sido una profesión insegura y sin ningún tipo de base económica fija.

Rememorando a Irene Gutiérrez Caba, Julia la ha dibujado como una mujer muy íntegra, serena, bondadosa y con carácter. “Era tan humanamente buena actriz como lo era en la vida real”. Hasta el último momento ejerció su oficio de hermana mayor, “esa protección en mi infancia era elemental en mi vida, pero sí prevaleció siempre para mí la idea fija de que ella era la hermana mayor, la hermana mejor y por tanto, yo tenía un respeto especial hacia su figura". Emilio subscribe las palabras de su hermana Julia, “realmente Irene era así, en realidad yo creo que está siempre un poco con nosotros; cada vez que uno sale al escenario o hace una intervención en televisión o cine, ella está con nosotros”. “Era el gran referente de nuestra generación, por lo menos el de Julia y mío”.

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