El Rey León, desde dentro: 6 años y 3 millones de espectadores

Madrid

Desde hace 6 años hay un cartel amarillo con un gigantesco león en la Gran Vía madrileña. Simba, desde el Teatro Lope de Vega, mantiene a raya la selva del asfalto. Celebramos el Día Mundial del Teatro con el musical de mayor éxito de España con más de 3 millones de espectadores en más de 2.000 funciones. Nos acompañan en esta edición especial de La Ventana Fernando Olives, productor de la obra, y los actores Sergi Albert (Scar) y Esteban Oliver (Zazú).

Fernando Olives confiesa que producir una obra de esta magnitud es “el sueño de cualquier productor”. “Llevando seis temporadas, más de dos mil doscientas funciones, tres millones de espectadores…no podemos pedir más”. Además, añade, llenan cada noche, no tienen fecha de fin y van renovando público función a función. “Me preguntan muchas veces hasta cuándo va a durar y si vamos a ir de gira”, comenta. A la primera pregunta no tiene aún respuesta, afortunadamente. La contestación a la segunda es, por desgracia para muchos, un rotundo no: “Es imposible llevar este espectáculo de gira por su magnitud y dificultad técnica”. Y es que cada noche trabajan en el montaje 175 personas. Entre ellas, y desde el 16 de agosto de 2011 (día de la primera función), Sergi Albert y Esteban Oliver se convierten en Scar y Zazú.

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Durante los últimos seis años, Esteban Oliver se ha puesto incontables veces el traje de casi tres kilos que le transforma en Zazú, el pájaro consejero de Mufasa. “Es inevitable que a veces te canses, como todo el mundo. Pero aunque estés contando la misma historia, el público siempre es diferente y te tienes que buscar estímulos nuevos para salir siempre fresco”. La audiencia de El Rey León “ha puesto mucha ilusión en ir a ver el espectáculo”. Lo ven en las redes sociales: cómo comentan meses, semanas y días antes de ir al Teatro Lope de Vega las ganas que tienen de contemplar la historia de Simba. Y toda esa ilusión “está justo cuando vas a subir al escenario”.

Sergi Albert es el malo: Scar. “Nos sentimos como actores privilegiados de la profesión por continuar con este proyecto que empezamos hace años”. Para él, es “difícil poder salir al escenario si no disfrutas cada día”. En su caso, dice, lo hace cada noche. Cuenta que es difícil caer en la rutina porque cada tres o cuatro meses tienen aquí a los directores mundiales, que son los mismos en las distintas funciones alrededor del mundo: un día están en Hamburgo, otro en México, otro en Londres… y otro en Madrid. Ellos les van marcando directrices y les hacen trabajar: “desmontar lo que tenemos para volver otra vez a montarlo”.

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Tanto Albert como Oliver querían desde el principio meterse en la piel de sus respectivos personajes. El actor de Scar venía de representar el papel de Gastón en La Bella y la Bestia. “Allí descubrí que pasar de los príncipes azules -un poco ñoños- al personaje malvado del espectáculo era muy atractivo, y por tanto lo de Scar para mí fue un regalo”. Oliver va, bromea, “de mayordomo en mayordomo”: antes de ser Zazú fue Ding Dong en La Bella y la Bestia. Esteban ha hecho del consejero de Scar incluso en Broadway durante tres meses, unas 80 funciones. Aunque otros personajes le atraían bastante, ha llegado un momento en que tras más de dos mil doscientas funciones, ya no dice “interpreto a Zazú”, sino “soy Zazú”.

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Nuestra compañera María Manjavacas se ha colado en las entrañas del Teatro Lope de Vega para desvelar lo que ocurre tras el telón: trajes, plumas, máscaras, zancos…Desde la maquinaria que permite crear el mágico espectáculo, pasando por el maquillaje, los dieciséis músicos y por supuesto los distintos actores de hasta trece nacionalidades distintas que recrean en cada función la sabana africana, descubrimos los secretos de El Rey León.