¿Moriremos esperando la eutanasia?

Madrid

Hace una semana el Congreso rechazó debatir la despenalización de la eutanasia propuesta por Podemos. Esta tarde aceptará discutir la regulación de una muerte digna presentada por Ciudadanos. Una proposición de ley que recoge protocolos claros para tratar a pacientes en fase terminal, garantizando su derecho a la información, a la toma de decisiones, al rechazo de tratamientos y a la sedación, aunque acorte su vida; y que también protegerá a los profesionales que gestionan este trance final.

El proyecto tiene muchas virtudes. Su luz verde no tendrá ninguna oposición, cosa que parece milagro, y pondrá orden en un asunto crítico ya regulado por varias comunidades autónomas. Una ley, en fin, que afrontará definitivamente la única certeza que tenemos desde el momento del nacimiento. El pesimista dirá “por fin”; el optimista afirmará que “nunca es tarde”. Pero eso es fácil de decir estando vivos, porque lo cierto es que la norma llega demasiado tarde para mucha gente que murió con innecesarios sufrimientos. Así que conviene que se tramite sin dilaciones, que su letra sea valiente y que su aprobación ni cierre ni aplace otros debates como la eutanasia. Para no morirnos esperando.