Tú también puedes formar parte de una rueda de reconocimiento (y no te puedes negar)
El juez Francisco González aclara las dudas más comunes sobre este procedimiento que tanto vemos en las películas

Imagen promocional de la película 'Sospechosos habituales' / MGM

Barcelona
Es un instrumento judicial del que hablamos poco, pero que tiene mucha trascendencia penal. Son las ruedas de reconocimiento, una diligencia que permite la identificación de una persona a través de testigos que han presenciado un hecho delictivo y que ha ido evolucionando con los años. Tal y como explica el juez del Juzgado de instrucción número 11 de Barcelona, Francisco González Maíllo, se busca gente "que sea de característica similares: de raza, de edad, de complexión física. Tienen que ser personas que sean muy parecidas". La transparencia es máxima, hasta el punto de que se permite incluso que sea el sospecho el que traiga figurantes. La fiabilidad es otro asunto "Depende de si el testigo lo reconoce de manera espontánea e inmediata, si tarda en reconocerle…".
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La Hora Negra (29/03/2017) - Las efectividad de las ruedas de reconocimiento
Siempre existen leyendas urbanas sobre estos procedimientos. Por ejemplo sobre el orden en que se colocan los testigos. Sin embargo, según el juez González, no es un factor decisivo. “No tenemos un interés especial”. Lo que no es ningún bulo es que todos podemos ser parte de una rueda de reconocimiento y que no nos podemos negar si en un momento dado la Policía nos requiere para tal propósito. "Es una obligación legal" asegura González Maíllo que sin embargo aclara que lo habitual es acudir a los calabozos de la propia Comisaría o juzgados. "Si no tenemos gente suficiente, se le pide a la policía que busque figurantes de esas características Incluso alguien que pasa por la calle".
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Eso le ocurrió a Oriol Estrada, divulgador de comics y cultura japonesa. En 2011 paseaba por Mataró, dónde vive, cuando le pararon los Mossos d'Esquadra y le pidieron que participara en una rueda de reconocimiento. "Me quedé a cuadros. Buscaban a alguien que fuera muy alto, mido 2 metros, supongo que era algo difícil de encontrar". Sin embargo, una vez allí, nada tiene que ver con lo que vemos en las películas. "Piensas que es algo más serio. Lo que yo me encontré fue algo caótico". El gran miedo de todo el mundo al enfrentarse a algo así es ser señalado por el testigo. Pero no hay nada que temer. "No pasa nada, el testigo es invalidado. No te van a endosar el muerto a ti".
Pero hay sustos. Algo así le pasó a Carmen, una abogada que según ha relatado llevó a su propio padre a una rueda de reconocimiento con la mala suerte de que se parecía tanto que acabó siendo reconocido de forma errónea como sospecho. "Mi padre iba indocumentado, tuvimos un pequeño lío, me llevé un susto tremendo". Desde entonces no se lo ha ocurrido pedir semejante favor.
A pesar de las anécdotas, las ruedas de reconocimiento se desarrollan de forma natural y con mucha más profesionalidad que antaño. Y no suelen tener nada que ver con escenas que se han quedado grabas en el imaginario colectivo. La más famosa, sin duda, la de la película 'Sospechosos habituales".




