Bob Odenkirk: "Breaking Bad' es una marca de agua para todas las series"
Los protagonistas de ‘Better Call Saul’ nos presentan la tercera temporada que emite en Movistar Series. Los actores Bob Odenkirk y Rhea Seehorn defienden la identidad de la precuela y reivindican el talento en televisión por encima del cine
Madrid
Nació como precuela de una de las series más celebradas de los últimos tiempos. Ser un producto de ‘Breaking Bad’ no es fácil, pero ‘Better Call Saul’ ha estrenado su tercera temporada en Movistar Series y ya goza de un nombre propio. Bob Odenkirk y Rhea Seehorn nos hablan de la escala de grises de los personajes, el legado de Walter White, el futuro del cine y la política de Trump
TELEVISIÓN | De 'Better Call Saul' a 'The Son'
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Uno de los alicientes de la tercera temporada de ‘Better Call Saul’ es la aparición de Gus Fringe, el dueño de los Pollos Hermanos. ¿Recurrir a personajes ya conocidos y a la vez huir de la marca ‘Breaking Bad’ no es contradictorio?
Bob: Creo que hemos abandonado la órbita de ‘Breaking Bad’ en esta tercera temporada. Ya hemos establecido nuestro propio ritmo, nuestras propias dinámicas y nuestra propia mezcla de comedia y drama. Es una historia muy cerrada alrededor de Kim Wexler, Jimmy McGill, Chuck McGill…, se trata mucho más de sus luchas internas de las que había en su momento en ‘Breaking Bad’. Lo que no sé es si la televisión ha abandonado el polo gravitacional de ‘Breaking Bad’. Es una especie de marca de agua para todas las series. En este sentido, somos como cualquier otra ficción, es complicadísimo superar el nivel de calidad y perfección. El fenómeno de ‘Breaking Bad’ fue particularmente poderoso en el momento en el que surgió, y no sé si alguna serie podrá superarla en algún momento.
¿Veremos finalmente en los próximos capítulos la transformación de Jimmy en el Saul Goodman que todos conocemos? Y Kim, ¿dónde se encontraría en la realidad de ‘Breaking Bad’?
Bob: Jimmy es un hombre que aún está conectado con la gente que quiere: su hermano Chuck y Kim Wexler. Tiene el deseo de complacer a esas personas y le afectan las consecuencias que pueda tener lo que hace. Saul no, Saul es egoísta y solo piensa en él mismo y llega a usar a Walter White y a todo el mundo a su propio beneficio para conseguir poder y dinero. Así que, para mí, es un Jimmy McGill cerrando los canales de los sentimientos.
Rhea: En esta temporada ya se van viendo esas fisuras, es triste para todos nosotros ver cómo Jimmy va perdiendo el corazón. Una de las grandes cosas buenas del personaje de Kim es que nace de una precuela, no sabemos nada de ella, y pueden moldearla como quieran. Si me preguntas si la Kim de la primera temporada seguiría con Saul en ‘Breaking Bad’, te diría que probablemente no, pero los guionistas han afrontado en esta tercera temporada todos estos desafíos, tanto la relación romántica como la laboral.
Cada vez parece más que no sólo el espectador se aleja de las salas de cine para acercarse a las series de televisión, sino también directores y actores ¿Cómo veis el futuro en este sentido?
Bob: ¿Quién sabe dónde irá? Es algo difícil de predecir. Una de las cosas que hacen que las películas estén donde están es el precio de las entradas. Cuando gastas algo por un evento, necesitas una garantía de que vas a ver algo excepcional. Con este dinero sobre la mesa, una película de superhéroes o con grandes efectos especiales puede prometer eso, incluso aunque no te guste la historia, vas a ver cosas espectaculares y eso hace que valga la pena el dinero que te has gastado. Una historia con personas y relaciones, retos y desafíos para el ser humano, no puede garantizar esa expectativa. Si hubiera un cambio en el precio de esas entradas, se puede asegurar un mundo diferente en el cine.
Rhea: Una de las cosas que más valoro de las series actualmente, y creo que a la gente le pasa lo mismo, es la inteligencia con la que se trata a los espectadores. Queremos ver seres humanos reales, personajes que tienen que resolver problemas morales y se encuentran en el medio, y eso se puede desarrollar en una historia de diez capítulos.
Por tanto, ¿las verdaderas historias humanas quedarán más reflejadas en las series en el futuro?
Bob: AMC, HBO, todas estas plataformas son, probablemente, el futuro. No creo que los largometrajes puedan conseguir lo que estas plataformas ya están cambiando. No creo que vayan a volver a la interacción humana porque las televisiones de la gente son más grandes y mejores que nunca, con una experiencia visual increíble, y con el tiempo, los escritores podrán profundizar más. Lo que tengo claro es que se puede profundizar mucho más en lo que nos gusta o no en una historia de 10 capítulos.
La ficción estadounidense, especialmente la comedia, ha sido muy rápida para reflejar la elección y primeros meses de presidencia de Trump ¿Qué aportan estos puntos de vista en ficción a la realidad que vive el país?
Rhea: Sí que es verdad que hay varias series como ‘The Good Wife’ o ‘Madame Secretary’ que han cambiado sus guiones para reflejar la situación política actual en EEUU. A veces, sin dar nombres reales, pero se sabe perfectamente. Nuestra serie no puede hacer esto de una manera explícita, no podemos tener una escena de Trump, pero sí que puede, de hecho lo hace, reflexionar acerca de ser una buena persona cuando el mundo se derrumba a tu alrededor.
Bob: Yo me siento como si el suelo todavía estuviera girando. Nadie sabe cómo abordar este asunto, porque aún es un misterio cómo ha podido pasar. Todas las predicciones sobre Trump decían que no iba a ganar. Fue un shock, creo que todavía no nos hemos recuperado y puesto de pie. También creo que Trump es una persona muy difícil de descifrar, no es realmente un conservador, tampoco es liberal… Tiene algo de anarquista, caótico, individual… No creo que nadie sepa aún interpretarlo. ‘Saturday Night Live’ lo ha hecho de una forma genial.