"Para el Che, América Latina sería un fracaso"
Juan Martin Guevara, hermano pequeño del guerrillero, presenta Mi hermano el Che, un libro de recuerdos familiares que humaniza y reactualiza al gran mito revolucionario de la izquierda
Madrid
Ocurre, a veces, algo extraño con los familiares de los mitos, como si de alguna manera cogieran algo de ese aura y lo llevaran también consigo. "Pero no soy él", decía Juan Martín Guevara, el hermano pequeño del Che. "Ya sé que vienen a entrevistarme por él; si creyera que es por mí, sería un loco". Tras años de compromiso político, estuvo preso en Argentina, el pequeño del clan Guevara decide hablar de su hermano, contar sus memorias y lo hace en un libro que se acaba de publicar en España, Mi hermano el Che (Alianza Editorial) justo cuando se cumplen 50 años de la muerte del guerrillero en Bolivia.
50 años de la muerte del Che
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El Che dejó su vida de médico en Argentina y se enroló en la política, en un momento convulso, en el que la emancipación del pueblo latinoamericano era el gran sueño, la gran lucha. Marxista y leninista, junto a Fidel Castro derrotó la dictadura de Batista en Cuba. Después trató de repetir hazaña en Bolivia, pero fue asesinado por el ejército. Poco después de su muerte, la fotografía realizada por Alberto Korda, ese rostro del Che con 31 años, se convirtió en la imagen de la identidad de la izquierda y en bandera de distintos colectivos en lucha por sus derechos.
"En un mundo tan desigual, donde todo se compra y se vende, donde todo tiene un valor, cuando aparece una imagen de alguien que no tiene nada que ver con eso, de alguien que lucha contra eso, los pueblos toman esa imagen. Y la toman desde distintas visiones, hasta desde una visión mística y religiosa", explica Juan Martín Guevara quien, en el libro, establece un paralelismo entre la figura de su hermano y la de Jesucristo.
El Che aparece en infinidad de fotografías, de películas y de canciones. Se ha convertido en icono pop apareciendo en lugares insospechados, como en campos de fútbol, en Los Simpson, en conciertos, en cuadros de Andy Warhol o en las calles de Manhattan. El capitalismo engulló la imagen de la rebeldía. "El tema del merchandising es algo inherente al capitalismo, existirá mientras haya capitalismo y el mercantilismo esté presente y todo tenga un precio, seguirá", explica algo molesto. Un tono que aparece en el libro, donde explica cómo le sorprendió la ruta turística organizada en el lugar donde murió.
Él tenía 15 años cuando los barbudos llegaron a La Habana desde sierra Maestra y 24 años cuando fue ejecutado. Desde entonces la familia decidió no hablar de su hermano, dejarlo para la intimidad, no acercarse al mito. Todos, salvo su padre, retratado en el libro como un viva la vida, el menos político y comprometido de la familia, que sí escribió un libro hablando de su hijo.
En uno de los capítulos de Mi hermano el Che, Juan Martín Guevara cuenta cómo hace unos años, viviendo en Cuba, decidió dar el salto y empezar a hablar del Che. "Descubrí que era necesario, que tenía que hacerlo porque así era más fácil difundir su obra". Por eso este ensayo, plagado de retratos y recuerdos de su infancia, de cartas entre la familia y el guerrillero en lucha y donde se describe cómo fue el caldo de cultivo donde se crio el mito revolucionario por excelencia. “En mi familia no hablábamos, discutíamos”, afirma orgulloso el pequeño de los Guevara, que desmiente en esta biografía las disputas con Fidel Castro.
Ahora con la izquierda latinoamericana en entredicho, dice que para el Che todo serían fracasos. Ni Venezuela, ni Ecuador, ni Bachelet en Chile estarían defendiendo la lucha del pueblo latinoamericano que tanto defendió su hermano. ¿Y Cuba? "Claro que hay errores, pero yo siempre digo que los cubanos hicieron una serie de hechos. En vez de criticarlos, deberíamos haber hecho la revolución también”.
La esperanza de Juan Martín Guevara son los jóvenes. A ellos, dice, va dirigido este libro. “Lo que menos se conoce del Che es su pensamiento”, explica. Por eso, se ha embarcado en este proyecto que tiene como objetivo humanizar la figura del Che, el mito que, en sentido barthesiano, se ha vaciado por esa apropiación que el sistema capitalista ha hecho de él. Martín Guevara pretende reconstruir el mito, darle de nuevo sentido.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...