Javier Cercas: "Siempre intento complacer al lector, sin ellos no hay literatura"

Madrid

Se dice que en España se lee poco, pero cada 23 de abril las calles de Barcelona se visten de literatura por el Día del Libro. Muchos de los lectores que se pasearon por allí vivieron la jornada impacientados en una cola, esperando para recibir una dedicatoria. Al otro lado del mostrador, los autores viven su día de forma peculiar, con una mirada diferente. En Hoy por hoy con Gemma Nierga hemos averiguado cómo transcurrió el día de Sant Jordi para Sergio del Molino, Fernando Aramburu y Javier Cercas.

Uno de los títulos que más se demanda en cualquier librería es Patria, la novela de Fernando Aramburu, recién galardonada con el Premio Crítica 2016. La mujer que le acompañó durante su primera día de Sant Jordi fue Natalia Gil, responsable de prensa de la editorial Tusquets, y quien organizó el minuto a minuto del autor. "Hacemos de guardaespaldas, organizamos la cola, servimos cafés...", describía. Sin embargo, expresaba que lo más complicado es el momento en el que el autor debe cambiar de caseta y muchos lectores se quedan sin su firma.

Este año, gran parte de libros mediáticos han protagonizado las largas colas de lectores fanáticos. "A veces piensas que estás jugando otra liga, pero que el más vendido sea uno literario es magnífico", comentaba Gil.

También fue el primer año para Sergio del Molino en Sant Jordi. No se formó cola, pero firmó gran cantidad de ejemplares de su último ensayo histórico, La España vacía. Pasó un día "interesante", charlando con los autores de alrededor y bebiendo Coca-Cola. En su caso, compartió un rato con Màxim Huerta, uno de los autores mediáticos de este año. Algunos de sus lectores incluso se perdieron en la cola que esperaba al libro de un 'youtuber'."Me hubiera sorprendido encontrarme con masas sedientas de mi libro", decía.

Sin embargo, el gran momento que vivió del Molino ocurrió en el baño, donde charló con Javier Cercas, quien también ha conversado con Gemma Nierga esta mañana. "Fue el momento más literario de toda la jornada", describía del Molino. "No es raro que las conversaciones más interesantes ocurran en los lavabos", respondía Cercas. El escritor se considera un "fanático peligroso" de Sant Jordi y cree que el artículo que ha escrito Sergio del Molino en El País describe realmente bien la perplejidad del evento. "Esto no ocurre en ninguna parte del mundo", decía.

Cercas contaba cómo en otras ediciones del Día del Libro nadie se acercaba a comprar el suyo. Sostiene que es normal que se formen las grandes colas en torno a los libros más mediáticos. "El error consiste en pensar que es una competición, es una fiesta del libro", destacaba. "Intento por todos los medios complacer al lector, sin ellos no hay literatura", manifestaba.

Los lectores no son los únicos que a veces han comprado libros compulsivamente y luego no tienen tiempo de leerlos. "Voy a necesitar dos vidas para leer todos los libros que tengo", decía con humor Sergio del Molino. Ambos autores coincidían en que no tienen libros firmados. "Me da apuro pedir que me firmen un libro", expresaba del Molino. "Nunca es tarde para empezar", concluía Cercas.