Tiempo para recapacitar

Madrid
Ahora que ya tendrá tiempo para todo quizá se siente a pensar Esperanza Aguirre acerca de algunos rasgos que afearon su carácter. Con los periodistas fue burlona y despiadada; daba por acabadas las entrevistas cuando le daba la gana y respondía de mala gana cuando las preguntas no le eran gratas. Eso le impidió vigilar a los suyos como Dios manda. No se me quita de la cabeza con qué despiadado desdén trataba a sus adversarios. Se valió del poder como si éste fuera para siempre y eso no le hizo ningún favor a su imagen de poderosa y va a perjudicarle mucho a la hora de valorarla como política y como persona.




