Casares en su sillón
Casares tiene que ver con los problemas de España. Más bien tiene que ver con sus soluciones. Con la necesidad y el orgullo de un pueblo con idioma propio
Manuel Jabois: 'Casares en su sillón'
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Hoy es el Día das Letras Galegas, festivo en mi tierra; un día que homenajea a un escritor que lleva al menos diez años muerto, y a muchos nos ha servido para hacernos ver lo viejos que somos. Porque Carlos Casares ya lleva muerto quince años; muerto de forma fulminante e inesperada, demasiado joven para un escritor como él aunque tuviese 60 años.
Una vez me dijo: “Por qué mis ideas tienen que ser más brillantes que las de un futbolista”. Yo le reprochaba no ser un opinador combativo, no ser un articulista de compromiso e ideas fuertes. Afortunadamente hoy compro yo esa frase y no el reproche, porque crecer también es escuchar. Él tenía una columna diaria maravillosa en La Voz de Galicia que no daba opiniones concluyentes ni sentencias amargas sobre la vida, sino que contaba la propia vida: contaba la vida de él y contaba la vida de sus lectores. En esto se parecía mucho a su propia actividad intelectual, que era la de hacer país, la de construir una enorme trama de afectos.
Suelo reivindicarlo porque me parece importante que en el resto de España Carlos Casares sea tan conocido y leído como en Galicia: conocer a quienes leen y con quienes se educan los ciudadanos es una forma de conocer a esos ciudadanos, y por tanto de gobernarlos mejor. Y más allá de su valor literario, más allá de Ilustrísima, Deus sentado nun sillón azul, Xoguetes para un tempo prohibido o Vento ferido, Casares tiene que ver con los problemas de España. Más bien tiene que ver con sus soluciones. Con la necesidad y el orgullo de un pueblo con idioma propio, de la importancia de respetar ese idioma y preservarlo, y sobre todo porque la mirada de Casares era una mirada tranquila y sin ruido, conciliadora, que se daba desde dentro hacia fuera y es necesario que se dé también de fuera a dentro.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...