Esto no es un juego de machotes

Barcelona

Desde que el gobierno español y el gobierno catalán han declarado inaugurado el proceso de choque frontal, hemos entrado en la fase de la gesticulación, como presentación del espectáculo. Rajoy dice que impedirá el referéndum por todos los medios y Puigdemont le pide que precise si contempla el recurso a la violencia. Cuidado que esto no es un juego de machotes. Con o sin referéndum, el día después habrá que seguir caminando. Y de cómo sea el enfrentamiento, dependerá la continuación. La desigualdad de fuerzas no exime a ninguna de las dos partes de responsabilidad. Y ser más fuerte no da licencia para todo. No deja de ser un fracaso que todos den por bueno que hay que pasar inevitablemente por el choque para seguir. Planteadas así las cosas, la única duda está en si después, la situación será igual o peor.

El gobierno ya no apoya a Manuel Moix, el fiscal Anticorrupción, que se ha metido en varios jardines intentando defenderse en la cuestión de su herencia panameña. El gobierno transfiere la decisión al Consejo de Fiscales, lo cual da entender que la suerte está echada. El día que se publique la lista completa de personajes que Rajoy ha defendido públicamente y a las pocas semanas estaban en la calle, nos quedaremos asombrados. Y lo curioso es que nunca se ha sentido responsable de la confianza acordada.

Mark Leonard, director del Consejo Europeo de relaciones internacionales, señala el error que cometería Europa en convertir la negociación con Gran Bretaña en un castigo, para demostrar a la ciudadanía que salir de de la Unión se paga caro. Es una actitud típica de la prepotencia y la arrogancia de los dirigentes europeos y ya no se puede seguir así si se quiere romper el actual ciclo de rechazo ciudadano. Por eso Leonard se pregunta ¿Conseguirá Macron convencer a Merkel de que hay que acabar con la guerra fría entre la Europa del Norte y la Europa del Sur?