Alex Kurtzman: "Hacer que la momia fuera una mujer me ilusionaba bastante"
El director está al frente de la nueva entrega de La Momia, con Tom Cruise, Annabelle Wallis y Sofia Boutella como protagonistas
Madrid
Nueve años después vuelve la saga de La Momia. Ambientada en el siglo XXI y con una mujer en el papel de momia por primera vez en su cuarta entrega, el director Alex Kurtzman ha decidido dar una nueva vida a este clásico. Sofia Boutella, una antigua princesa egipcia que fue encerrada viva despierta en el siglo XXI para completar su maldición. Tom Cruise será su elegido para recuperar sus poderes y Annabelle Wallis, una arqueóloga especializada en el antiguo Egipto, sufrirá los daños colaterales. En la cinta, también tiene un papel Russell Crowe.
El director confesó ser seguidor de esta saga desde que vio la cinta protagonizada por Boris Karloff en 1932. Por ello, se mostró entusiasmado cuando Universal le contactó para hacer la película: “Como fan de la película me hubiera encantado tener la oportunidad de hacer una, pero también quería aprovechar para hacer algo diferente”.
Este primer film de Boris Karloff resultó un aliciente para Sofia Boutella, ahora en la piel de momia. “El personaje de Boris Karloff es un personaje icónico y la película es icónica y a mí me dieron este personaje y Alex tomó la increíble decisión de hacerla una mujer y creo que es una idea increíble, es un empoderamiento, un papel muy poderoso”, confesó la actriz. Un papel que en principio rechazó por miedo: “Estaba asustada por las críticas, por el maquillaje, por ser un monstruo y asustar a la gente”.
Esta nueva entrega trae dos novedades respecto a las películas anteriores. Uno de los hechos diferenciales es que se sitúa en el Londres actual y el otro es que la momia, esta vez, es una mujer. No solo Sofia Boutella es protagonista, también lo es Annabelle Wallis. Ambas, dan vida a personajes femeninos fuertes, empoderadas y que tienen una voz. Algo que, para Sofía Boutella, debería verse más veces en la gran pantalla: “Necesitamos más personajes de mujeres fuertes. Las películas tienen el poder de influenciar a las personas y para las mujeres, ser mostradas de esa manera en las películas es importante, es crucial”.
El hecho de que la momia fuera una mujer es uno de los puntos favorables de esta cinta, así como uno de los factores que más ilusionaban a Kurtzman: “Hacer que la momia fuera una mujer es muy distinto a lo que había en otras películas y eso me ilusionaba bastante”, confesó el director.
Las escenas de acción están presentes en toda la cinta. Unas imágenes que resultaron complejas pero emocionantes para los actores. Annabelle Wallis explicaba que la escena del accidente de avión tuvieron que grabarla hasta 64 veces: “Tienes que subir 30.000 pies de altura en un avión y se pone vertical y vas hacia arriba y, de repente, hacia abajo”, contaba la actriz. Una experiencia que les supuso mucha dificultad física, pero a la que se lanzó por la emoción y por el atractivo que esto añade al film.
Unas imágenes de acción filmadas de la manera más real posible, alejándose del croma siempre que la escena se lo permitiese. Así, las localizaciones y las escenas de acción son reales. Un hecho que decidió el director basándose en su propia experiencia: “Mis películas favoritas son aquellas que es como si estuvieras en un sueño… tú estás viendo la película pero te olvidas de que la estás viendo y de repente las luces se encienden y te das cuenta de que has estado viéndola durante dos horas y quiero que la audiencia tenga esta experiencia”, argumentó Kurtzman.