Milenials: el gran dilema
La gran pelea, la gran brecha no es tanto de ideas, o de clases. Es más que nunca el combate por edades, la brecha generacional
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Madrid
Dicen los estudiosos del comportamiento humano que en ocasiones la provocación puede ser un buen revulsivo. Hoy quiero hablarles de un artículo que puede ser eso, una provocación, o simplemente la opinión de alguien; pero que en cualquier caso no pasa desapercibido. Se titula “Millennials: dueños de la nada”, lo ha escrito el empresario y periodista Antonio Navalón, y se ha convertido desde hace horas en uno de los grandes asuntos del debate global.
La opinión de Carles Francino (12/06/17) - Milenials: el gran dilema
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Su tesis es muy clara: los nacidos entre 1980 y 200 –los milenials – son los hijos de la nueva era digital, sí, protagonistas de un proceso disruptivo pero –según él – no se les conoce idea, propuesta ni reivindicación que no tenga que ver con los “like” que obtengan, los “followers” que reúnan o las fotos que cuelguen en Instagram. Resumiendo, para entendernos: es una enmienda a la totalidad de esa generación. Y con preguntas que se las traen, como por ejemplo “si vale la pena dar un paso más en la antropología y encontrar el eslabón perdido entre el 'milenial' y el ser humano”.
A mi me parece todo en conjunto bastante desmesurado e insisto: creo que con un evidente afán provocador. Pero hay algo en el trasfondo que también considero importante subrayar: y es que ahora mismo en nuestro mundo – igual siempre ha sido así, pero yo creo que es mucho más acusado – la gran pelea, la gran brecha no es tanto de ideas, o de clases… Es más que nunca el combate por edades, la brecha generacional.
Nosotros –los mayores – podemos exigirles más a los milenials, intentar que nos escuchen, pero no olvidemos que somos su tapón y que les estamos dejando una herencia de oportunidades y condiciones de trabajo realmente lamentables. Quizá por eso debe ser la generación que fabrica más emprendedores de la historia por metro cuadrado. O encontramos pronto un pegamento, o una mercromina, para suturar esa brecha o la ruptura será total. Y entonces sí nos convertiremos todos en dueños de la nada