La subida al Veleta

Bilbao

Una carrera de 50 kilómetros que no da tregua: su recorrido, en todo momento de asfalto, es completamente en pendiente. Comienza en la capital granadina y la meta está situada en el pico Veleta, una de las cimas de la Península Ibérica, con 3398 metros de altitud.

Al llegar arriba, un paisaje lunar, silencioso, con vistas que llegan hasta el mar Mediterráneo en días despejados pero que en ocasiones incluso en verano está poblado de nieve. De hecho, la organización de la Subida al Veleta ha tenido que bajar la meta en varias ocasiones debido a las condiciones meteorológicas.

Y eso que la carrera se celebra en agosto. Los dos mayores desafíos son el enorme desnivel entre la salida y la meta y la distancia. Es por ello que hemos reunido a miembros de la organización -entre ellos su alma máter, Enrique Carmona-, corredores y a Martín Fiz para dar buenos consejos sobre cómo prepararla.

Hay que tener en cuenta la adaptación a la altura, entrenar siempre este tipo de carreras sobre el terrreno. El segundo consejo a la hora de correr, mantienen, es dosificarse, empezar poco a poco y reservar fuerzas para los kilómetros finales, los más duros en cuanto al desnivel del terreno.

La prueba, que discurre por la ruta de asfalto más alta de Europa, cumple este 2017 33 años. Muchos la consideran una de las más duras del mundo, pero quienes han logrado alcanzar la cima aseguran que no nunca han sentido nada comparable.

Además, conocemos dos de las historias solidarias que acompañan a sendos corredores: Jorge Abarca hizo el año pasado el recorrido íntegro en bicicleta adaptada para concienciar sobre la ELA, enfermedad que él mismo sufre; Javier Martín, por la curación de la leucemia, enfermedad que mató a su hermana hace tres años.

Toda la información acerca de la prueba se puede encontrar aquí. El track de la prueba, aquí.