A examen
Podemos y el PP deberán asumir el coste si los ciudadanos perciben que se frivoliza con una herramienta institucional tan excepcional como la moción de censura. Solo ha habido tres en esta democracia

Este martes se celebra el debate de la primera moción de censura que se presenta a un gobierno en España en tres décadas. Moción a un gobierno en minoría que tiene su fortaleza en la debilidad y la división de los demás. Una mayoría de la cámara ya ha manifestado que no faltan razones para censurar a Rajoy. Pero Podemos no negoció nada con nadie antes de dar el paso y calculó mal lo que estaba pasando en las primarias del PSOE al que pretendía dejar en evidencia. De modo que la moción no derribará al gobierno y tampoco erosionará al PSOE de Pedro Sánchez pendiente todavía de ser ratificado él mismo y su nueva dirección en el Congreso federal del próximo fin de semana.
Pero la moción de censura existe en la Constitución, Podemos reúne los requisitos para presentarla y llegados a este punto, los protagonistas, Podemos y el PP, deberán asumir el coste si los ciudadanos perciben que se frivoliza con una herramienta institucional tan excepcional que solo ha habido tres en esta democracia.
Hoy se examinan los dos: y por orden de responsabilidad y por la gravedad de su situación, el primero, el gobierno, que no puede ignorar su deber de rendir cuentas en la sede de la soberanía nacional por el inmenso hartazgo y la alarma que provocan sus escándalos de corrupción y el mal uso de las instituciones. Y que sabe que con un partido fuerte en la oposición, o con una oposición menos cainita, hubiera caído hace mucho tiempo.
Y se examina Podemos, que ha malgastado en golpes de efecto, luchas intestinas y errores de cálculo táctico y estratégico buena parte del crédito con el que llegó a la política. Y que, horas antes del debate de hoy, ha tenido que asumir que su familia más a la izquierda, los Anticapitalistas, se hayan manifestado públicamente a favor del referéndum unilateral en Cataluña y en contra de la postura oficial por el partido.




