A Pablo Iglesias

Madrid
Señoría, que el Reglamento del Congreso conceda al candidato a la presidencia del Gobierno que figura en la moción de censura disponer de tiempo ilimitado en la presentación de su programa y en la réplica a los portavoces parlamentarios, le ha perjudicado gravemente. Discursos de tres horas son disuasivos, salvo para militantes caribeños; constituyen un intento de erigirse en único definidor del bien y el mal, del patriota y el desertor, y de sembrar la discordia, mientras con arrogante humildad descalifica a los demás y acaba sacando lo peor de un vergonzoso PP.




