Hernando embarró el debate

Madrid

La moción de censura contra Mariano Rajoy no salió adelante, como estaba previsto, pero su presentación, por parte de Podemos, nos ha dejado un día y medio de intenso e interesante debate en el Congreso de los Diputados. Nos ha dejado la revelación de Irene Montero como una buena parlamentaria, nos ha dejado el récord de discursos largos, el interés, al menos por un día, de Mariano Rajoy por la moción, el agrio cara a cara entre Iglesias y Rivera, el inicio de lo que puede ser, o no, una gran amistad entre el PSOE y Podemos, la presentación del nuevo PSOE y la constatación de que el PP está casi solo, pero que enfrente tiene una oposición deslavazada.

Dicho esto, quisiera detenerme en una intervención de hoy que supera, y de mucho, el grado de anécdota. Es la intervención del portavoz del grupo popular, Rafael Hernando. Por su tono, por su lenguaje machista, por sus insinuaciones y también por los aplausos que ha recogido de la bancada popular tras su intervención.

Rafael Hernando no es un verso suelto dentro del PP, no es el graciosos de la clase, es el que dice lo que piensa buena parte del PP, que durante estos dos días de moción había puesto el freno de mano para no cumplir su propio pronóstico, que el debate iba a ser bronco y embarrado.

Se encontraron con que Podemos ni embroncó ni embarró, así que no pudieron responder. Pero para eso estaba hoy Rafael Hernando, que es el portavoz del PP en el Congreso. Vaya, que no es un cualquiera, es el que pone voz al partido en la cámara.

Y por fin han encontrado al que pone voz a lo que muchos piensan en la intimidad. Y al final los que han embarrado el debate han sido ellos. El problema del PP no es solo la corrupción, el problema del PP es su forma de entender la política, de entender la democracia. Suerte que tienen a Rafael Hernando para que dé rienda suelta a las pasiones.