¿Solo 5 minutos para arrepentirse?

Madrid

Desde este martes, la aplicación WhatsApp permitirá que nos arrepintamos de un mensaje enviado y nos da un margen de cinco minutos para hacerlo. Suena a favor bíblico de un Dios impaciente: “¡Arrepiéntete, pero ya!”. Parece que los usuarios tocan castañuelas con el anuncio, pero no encuentro razones para tal algarabía. Porque el borrado es imperfecto y deja rastro. El destinatario verá un mensaje que indica que un mensaje ha sido borrado. Así que volarán las palabras pero la sospecha permanecerá de por vida.

Además, no se entiende una caducidad tan fugaz para el arrepentimiento, siendo este un sentimiento que llega cuando le da la real gana. Y nos crea una duda más, casi filosófica, sobre si el propietario de un mensaje enviado es quien lo manda o quien ya lo ha recibido. No imagino a Correos dándonos un margen de cinco días para recuperar las cartas enviadas y de las que después nos arrepentimos. Como esta polémica, que ya no tiene remedio.