Mente abierta

Madrid
Para saber tienes que esforzarte, leer, discutir, pensar por ti mismo, escuchar a los otros. Para tener una mente abierta no basta con decirlo: has de confrontarla con las ideas de los demás, aceptar también lo que no te gusta, encontrar en las diferencias el gozo de entenderlas. Todo eso se deduce de lo que hoy le dice Emilio Lledó a Tereixa Constenla en El País. Hace medio siglo decía cosas parecidas a los alumnos que en la Universidad de La Laguna le seguíamos como a un profeta. Un maestro siempre te dice al oído, aunque hayan pasado décadas, que nada hay mejor que saber para que no te engañen. Gracias, maestro.




