Ni puñetera gracia
“El machismo perjudica seriamente la salud… mental”
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Madrid
Podríamos decir que es cosa del calor, porque 40 grados, o más, –que es lo que sufrimos estos días– son capaces de chamuscarle el cerebro al más pintado. También podríamos invocar el discurso de que no es sano colocarle fronteras al humor; o incluso –si me apuran– podríamos ponernos en plan Jesucristo y decir aquello de “perdónales, señor, porque no saben lo que hacen”.
La opinión de Francino (13/07/2017) - Ni puñetera gracia
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Pero no es necesario que busquemos excusas porque no sirve ninguna. Saben perfectamente lo que hacen, el calor no tiene nada que ver y utilizan la coartada del humor –del supuesto humor, deberíamos decir– para lo de siempre: que es marcar territorio, marcar paquete y dejar bien claro quién manda. Me estoy refiriendo a los machistas casposos y recalcitrantes, cuyo último invento son esas chapas y camisetas que circulan por los Sanfermines de Pamplona con dibujos y frases del estilo: “chupa y calla”, “tu culo será mío”, “¿a qué hora abren estas piernas?”, “ser virgen no te hace santa”…
En fin, todo un catálogo de lo de siempre, con la excusa barata del humor y de que algunos hombres se sienten presionados por el feminismo. Y claro, como esto se produce en un año donde los sanfermines se han convertido precisamente en punta de lanza, en referencia, contra las agresiones sexuales a las mujeres –y contra el machismo en general– pues la bromita de las chapas y las camisetas hay que entenderla como una respuesta; y además hay que denunciarla. No sé si ante la justicia, tampoco tengo claro si los tribunales tienen algo que decir al respecto, pero nosotros sí. Y el “nosotros” incluye a todos los hombres y mujeres, que están hasta la coronilla… o hasta donde sea.
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Y estaba pensando que igual se podrían montar campañas alternativas, tipo antinucleares o antitabaco; campañas con chapas, camisetas y dibujos –hasta fundas del móvil se podrían hacer– donde con la cara de algún gañán de estos se leyeran frases del tipo: “El machismo perjudica seriamente la salud… mental”, o simplemente: “¿Machismo? no, gracias”. Oye… a ver si resulta que nos han dado la idea para un negocio.
Creo que –como a nosotros lo suyo– no les haría ni puñetera gracia.