Lecciones de Groucho Marx para tuiteros

Madrid

Groucho Marx hubiera sido una tuit star de haber nacido un siglo después. El miembro más locuaz y bigotudo de los Hermanos Marx, comenzó a hacer sus pinitos en Broadway. Con el cine sonoro se mudaron a Hollywood de la mano de la Paramount con películas como El conflicto de los Marx y Sopa de ganso. Después ficharon por la Metro a la que pertenecen sus películas más célebres como Una noche en la ópera y Un día en las carreras.

Los hermanos se iban de gira con la farándula puliendo su espectáculo y luego utilizaban los mejores gags en las películas dando también su espacio a la improvisación. Groucho, de grouch, "gruñón" en inglés, se ponía un mostacho postizo muy incómodo y un día decidió quitárselo y pintarse uno con betún, con lo que configuró parte de la iconografía de su personaje a la que añadió sus andares, su puro en la boca, sus cejas pobladas, su habano y sus gafas de metal. Su papel más común fue el de ese abogado de verbo fácil, un pícaro a la caza de una ricachona con la que casarse.

Groucho Marx murió el 19 de agosto de 1977 en Los Ángeles. Días antes había hecho una broma en una entrevista, en la que aseguraba que en su lápida pondría "perdonen que no me levante". Un epitafio que no existe pero que, sin duda, es el más ingenioso, digno de este humorista y cineasta, cuyo legado sigue en el cine actual.