Ingenuidad
Cada semana el filósofo Javier Gomá reflexiona con los oyentes a través de la definición de un concepto
'Ingenuidad' en 'La última palabra' con Javier Gomá
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Madrid
"Quien alcanza el mediodía de su vida ha tenido por desgracia la oportunidad de informarse por sí mismo de la excesiva seriedad del destino humano. Algo le sabe en el paladar a un cierto regusto amargo y allá en el fondo le nace un primer cansancio general.
Y, sin embargo, se halla lejos de declararse cansado de la vida. Al contrario, aprovecha el momento para renovar el deseo de vivir y para crearse la ilusión de un idealismo capaz de agitar otra vez las fuentes de su entusiasmo.
Claro que para entusiasmarse a cierta edad se precisa de una buena porción de ingenuidad, no desde luego una ingenuidad de primer grado, sinónimo de candidez o de ignorancia, sino una ingenuidad aprendida y cuidadosamente elegida por quien conoce de sobra las razones del cínico escepticismo en que entonces caen muchos pero ha comprendido que con un ideal se vive mejor. Buscará por todas partes, como un zahorí, los escondidos manantiales del gozo, la alegría, la gratitud y la esperanza que ayudan a vivir con sabiduría, pero aceptará de antemano el juego de la vida y sus reglas con deportividad, sabiendo que la vida es deporte de alto riesgo.
La cuestión estriba, pues, en hallar a esta segunda etapa de la madurez un ideal que merezca nuestras últimas energías. De manera que la pregunta esencial a estas alturas parece ser la siguiente: ¿Qué cansancio futuro elegir? ¿Qué trabajos tomar para los años que restan, trabajos que acabarán pesando otra vez sobre nuestro ánimo, si bien en esta ocasión ya de modo irreversible, hasta llegar a hacer de nosotros durante la ancianidad, ahora sí, mujeres y hombres cansados de la vida?
Algún día abandonaremos la posición en el mundo que tanto nos costó ganar y descansaremos. Más tarde, el descanso definitivo. Pero de momento, séanos permitido pedir a la vida un regalo único y exclusivo: el regalo de un corazón ingenuo".