Juan Habichuela Nieto: "La guitarra entra por el oído y va directa al corazón"

Madrid

Sacrificio, estudio, constancia. Juan Habichuela Nieto tiene 28 años y pertenece a la aristocracia de la guitarra flamenca. Ella, la guitarra, siempre le acompaña y nunca le deja solo. “Seis cuerdas y un trocito de madera” son sus compañeras de vida, como le contaba a Macarena Berlín en Hoy por hoy. Guitarra y maestro han pasado la vida juntos, desde la preadolescencia del artista, pero también durante doce horas diarias. “La guitarra se convierte en una relación. Te despiertas, la amarras... y la sueltas por la noche”, aunque haya veces en las que las ganas de verse no sean tan intensas, como cuenta bromeando Habichuela. De todos modos, la expresión cambia y depende del día y del pie con el que se pise el mundo nada más amanecer.

Juan Habichuela estará actuando el viernes 28 de julio en el Teatro Real de Madrid, un lugar en el que es un poco raro que el flamenco entre, pero cuando lo hace... lo hace con fuerza. “El Real es un sitio al que vas con mucho respeto y mucho cariño”, advertía antes de explicar que todo el tiempo de trabajo sirve para querer “mostrar ante todas las personas las horas que has pasado encerrado practicando” y, si se puede, tocarles un poco a la altura del sentimiento. “La guitarra es un método de expresión que entra por el oído y va directo al corazón”, recalcaba.

“Muchas veces no sé dónde estoy, por eso me gusta vivir la música que siento, dentro del flamenco”, declaraba Juan Habichuela antes de enlistar algunos nombres con los que ha colaborado fuera del flamenco, como J (Los Planetas) o Lenny Kravitz. “Me gusta escuchar el lenguaje que tienen ellos para llevármelo a mi terreno” para despejarse. De ahí su segundo disco, Sentimientos de mi ser, precedido del primero: Mi alma a solas.

El joven flamenco lleva el arte en la sangre. A los 15 ya estaba girando con Enrique Morente por América. Aprendizaje y tradición. De hecho, el apellido de la saga Habichuela comenzó con Habichuela el Viejo. Después, llegaría la siguiente generación de guitarristas de la familia, representada por Juan, Pepe, Luis y Carlos. ¿Pero cómo se lleva la tradición y el apellido? “Como se dice en el colegio, hay que hincar los codos y seguir aprendiendo”. Y así, Habichuela se erige como un enamorado de sus compañeros, “porque todos tienen algo que contar en esta vida”.