El agosto como abril

Madrid
Agosto era, en el pretérito que parece un túnel, el mes en el que no iba a pasar nada. Y ahora comienza este mes que tiene pies de plomo y la cabeza al sol. La palabra vacaciones, que se parece a la palabra desconexión, domina el vocabulario nacional; en otros países europeos no se produce este apagón laboral que se proclama en España. Sin embargo, ya no se para nada, ni en España ni en el mundo. Persiste sin que se pare el reloj la incertidumbre catalana; lo que sucede en Venezuela da escalofrío; no cesan las sorpresas oscuras que vienen de Trump… Todo lo que ocurre lleva a pensar que este agosto que empieza será un mes como abril, me temo.




