Hasier Larretxea: "La urbe me ha dado muchísimo en el plano cultural"
El poeta navarro habla de la tradición y la ruptura generacional con Macarena Berlín y Toño Fraguas
Madrid
Cada martes, el Hoy por hoy de Macarena Berlín recorre con Toño Fraguas los territorios de la llamada España vacía, pueblos y parajes olvidados por los grandes medios de comunicación. Hoy, Toño se centra en la vida del poeta Hasier Larretxea, nacido en 1982 y criado en Arraioz, un caserío de poco más de doscientos habitantes, en el valle del Baztán.
Hasier Larretxea: 'Quiero recoger esa sabiduría de los abuelos en los pueblos'
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El poeta navarro, que presentará en Madrid Meridianos de tierra (Harpo, 2017) el próximo septiembre, lee un poema mientras su padre, Patxi, golpea troncos con un hacha. Hijo-poeta, padre-'aizkolari', dos realidades distantes que conforman una singular historia en el corazón del valle navarro del Baztán. ¿Cómo se reconcilia algo tan físico como cortar leña con algo tan espiritual como escribir poesía? "Ahí está el amor inconfundible de un padre a su hijo. Un amor de señor del bosque que ha trabajado siempre en relación a la tierra y en ese entorno rural", contaba el mismo Hasier a Macarena Berlín para añadir que esa persona, su padre, "no ha tenido una infancia fácil ni tampoco un entorno fácil para desarrollarse como persona".
El destino de Hasier Larretxea parecía ser perpetuar la tradición familiar del deporte rural vasco: la piedra, la madera, el metal... Pero Hasier, sin embargo, decidió dejar el valle e instalarse en Madrid, desde donde, por fin, ha podido escribir sobre el valle, sobre la violencia de ETA y, también, sobre sí mismo. Por que la suya es una historia de reconciliación. A su padre le costó tiempo "aceptar que su hijo caminaría por otros senderos y que sería tan diferente y tan igual en el fondo". Hasier, no obstante, estuvo en contacto con la tierra desde pequeño y germina con ella un amor que durará para siempreo. "Esa conexión no se pierde aunque esté en la ciudad", añadía Larretxea, quien hoy vive en Malasaña y trabaja como educador en un programa comunitario destinado a personas con enfermedad mental crónica. "La urbe me ha dado muchísimo en el plano cultural", concluía con entusiasmo.
Después de todo, salir, dejar la tierra... era sentirse "libre como el pájaro", haciendo referencia a la canción Txoria txori de Mikel Laboa. De hecho, como desarrolla el propio Hasier, hay un proceso interno que empezó en su adolescencia "gracias a las lecturas y a sumergirme en la habitación para crearme mi mundo propio". Una necesidad para encontrar dónde agarrarse dentro de un proceso personal guiado por la escritura.