Quién hablará de ellos

Madrid

Contraste: concepto que resume este día.

Un jugador de fútbol cambia de trabajo por voluntad propia y la conversación global se vuelca en él... estrellas rutilantes del fútbol que son capaces de mover al mundo, pero que apenas hacen nada por transformarlo. El jugador se va y los medios informamos de los detalles de una operación de 220 millones de euros. 220 millones, es obsceno. Neymar se va y hoy casi todo el mundo habla de él.

Un hombre, un hombre enfermo, muere a los 50 años, le habían diagnosticado esclerosis múltiple degenerativa. Hace unos meses nos zarandeó, nos volvió a recordar que en este país seguimos teniendo pendiente un debate profundo y ambicioso sobre el derecho a una muerte digna de quienes sienten vivir una vida indigna. Este hombre se ha ido no sin aportar, a su manera, su pequeño grano de arena a la construcción de una conciencia social sobre el dolor, la enfermedad, la autonomía del paciente, el derecho a morir cuando uno decida. Se llamaba Luis y hoy solo algunos hablan de él.

Grupos de hombres y mujeres vuelven a poner la ciencia al servicio de la vida. En España, investigadores del Gregorio Marañón crean el primer fármaco que protege al riñón de la toxicidad de ciertas moléculas. El hallazgo permitirá mejorar los tratamientos del cáncer o el sida. En Estados Unidos, cientificos de varios países consiguen por primera vez eliminar una enfermedad hereditaria de un embrión. La técnica permitirá mejorar los tratamientos contra ciertos tipos de cáncer o enfermedades raras. No sé como se llaman, hoy casi nadie hablará de ellos.