Hay que saber decir el dolor

Madrid
Las palabras ahora tienen que pesarse antes de decirse. Mucho dolor en Barcelona, en Cambrils, en el recuerdo de las veces que el terrorismo atacó y sigue atacando entre nosotros y en el mundo. Para decir el dolor hay que ser sigiloso y prudente; decir el amor es más fácil, porque el amor consiste en distintas maneras de abrazo. Mientras que el dolor sólo se dice, o se puede decir, culpando al otro, no abrazándolo. En esa actitud humana ante el dolor hay muchos matices. Lo peor, dice el poeta Joan Margarit, que vive con La Rambla en el alma, es tratar de ocultar el dolor. Pero hay que saber decirlo.




