'Verónica': el terror que amenaza a la adolescencia

Madrid

Se declara supersticioso empedernido. “Resulta lo más racional del mundo. Si te dicen que algo da mala suerte, no lo haces y punto. Es muy sencillo”, explica entre risas Paco Plaza en una entrevista con La Script durante la presentación de su nueva apuesta de cine de género: “Verónica”. Ambientada en los años 90 en el barrio madrileño de Vallecas y con “Maldito Duende” de Héroes del Silencio como tema principal, el largometraje narra el día a día de una joven (Sandra Escacena) que será acosada por un espíritu maligno que amenaza a su familia después de realizar una sesión de ouija con sus amigas.

Basada en hechos reales, el film se inspira en diferentes sucesos paranormales que ocurrieron a principios de los 90 en Madrid, como “El caso Embajadores” y “El caso Vallecas”. Todavía sin explicación lógica o científica, ambos casos continúan como unos de los episodios de parapsicología más relevantes ocurridos en España. Por consiguiente, el director del exitoso film de [·REC]' y '[·REC]²' y el realizador de '[·REC]³' regresa al cine después de cinco años para presentar su nuevo proyecto de terror sobre estos archivos policiales no resueltos creando una historia totalmente diferente.

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Asimismo, no solo es una película de terror, sino que también trata sobre el miedo a crecer. “Quería reflejar ese tránsito de la infancia a la adolescencia, en cómo la gente comienza a dirigirse a ti y cómo te tratan los adultos”, declara Plaza. Por eso, “Verónica aborda de forma indirecta ese miedo a lo desconocido en torno a esta entidad maligna que la acecha”, continúa explicando el director.

“Verónica” fue un encargó que se le presentó a Paco Plaza. Sin embargo, se convirtió en la película más personal que ha realizado y el personaje protagonista se transformó en su alter ego. De forma casi autobiográfica, el director plasma sus extrañezas, gustos e inquietudes que tenía de joven. “Me siento muy próximo a ella. Yo también tenía ese sentimiento de expulsión del paraíso de la infancia. Además he tenido mucha conexión con Sandra Escacena por lo que es la película en la que he volcado más de mí”, concluye Plaza.

Paco Plaza cuenta con actores con recorrido como Leticia Dolera, que juega un pequeño papel en la película y Ana Torrent con una actuación secundaria. La actriz conocida por El espíritu de la colmena y Tesis, interpreta a la madre de Verónica, una mujer viuda volcada en el bar para sacar adelante a su familia. Su presencia en el film guarda relación con su interpretación en el clásico de Carlos Saura: Cría Cuervos (1976). Paco Plaza asegura que quería a Torrent en su largometraje, pero ahora como madre.

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Asimismo, el director propuso que la película respirase la máxima naturalidad y realismo en cuanto a la actuación de los niños se refiere. “Quería niños que no tuvieran tics, que no tuvieran “tonillos” cuando hablaran. Los niños tienen una forma de aproximarse a la interpretación muy bonita que no es intelectual, sino emocional”, justifica Plaza. Por ello, apostó por niños debutantes como Bruna González y Claudia Placer, como hermanas de Verónica, y Sandra Escacena, que realiza una interpretación formidable en su debut como actriz.

Sandra Escacena es una estudiante de teatro de 16 años, cuyo papel en “Verónica” seguramente le otorgue la nominación a los próximos Premios Goya como actriz revelación. Fue la primera en realizar el casting para el papel y desde entonces se convirtió en el patrón de las 800 chicas que acudieron después que ella a lo largo de los seis meses que duró la búsqueda de la adolescente que interpretaría a Verónica. “Fue al salir de clase cuando mi madre me dio la noticia. Se me escapó una lagrimilla”, cuenta la joven cuando fue elegida para dar vida al personaje. 

Con “Verónica” Paco Plaza vuelve a demostrarnos que se puede hacer terror costumbrista, casi sin salir de casa y en un barrio como Vallecas. Esta nueva apuesta es posible que se convierta en la película de género del año con sustos asegurados, tensión constante y sin un abuso de monstruos, porque el verdadero miedo se encuentra en la soledad de la adolescencia.