¿Bravuconada o seria amenaza?

Madrid

Hace un mes, tras las primeras sanciones económicas del Consejo de Seguridad a Corea del Norte, su diario oficial amenazó a EE.UU. con sumergirle “en un inimaginable mar de fuego”. Ahora insiste en que si EE.UU endurece las sanciones le responderá con “el mayor dolor y sufrimiento”. Las amenazas se han sazonado con un misil que sobrevoló Japón y con el estallido de una bomba de hidrógeno, el sexto ensayo nuclear en 10 años.

Imagino que a Pyongyang, cuya economía se sustenta en un 80% en su comercio con China, las sanciones le provocarán el mismo escalofrío que una brisa de verano. Y como no hay peor loco que el que nada tiene que perder, creo que es momento de preguntarnos si el caricaturizado Kim Jong-un es un fanfarrón con bombas o es una seria amenaza para la paz mundial, capaz de provocar la “catástrofe global” de la que habló hace días Putin. Convendría que alguien se impusiera al líder norcoreano con una serena firmeza. Y tampoco sabemos si su enemigo Donald Trump es el más apropiado para medir la respuesta.