El secreto de Foo Fighters
La banda estadounidense presenta en un concierto secreto las canciones de 'Concrete and Gold', su último álbum de estudio
Barcelona
Foo Fighters llevan 20 años defendiendo la esencia clásica del rock guitarrero, del rock de estadio, del rock honesto y sin pretensiones. Este sábado lo hicieron, y a lo grande, en la presentación mundial de las canciones de su último trabajo. Tres horas de amor por la música que los chicos liderados por Dave Grohl ofrecieron en la sala Barts de Barcelona ante un público fiel que vivió una noche legendaria. Después de todo, no es habitual ver a una banda de este calibre moverse por una sala de aforo tan reducido.
En ese contexto, Foo Fighters presentó las canciones de 'Concrete and Gold', el álbum que editaron este viernes y que se vistió de gala para su presentación en sociedad. Y en este formato de teatro, la banda -que nació de las cenizas de Nirvana- brilló en todo su esplendor confirmando las sensaciones que dejaron tras su paso por el Madcool de 2016: la de que son una de las mejores formaciones de rock sobre las tablas. La velada de este sábado, auspiciada por M80 y El País, fue la exhibición de una banda que tiene claro a lo que juega y lo que busca. En estos días en los que el rock más afilado goza de tan poco reconocimiento, Foo Fighters se reafirmó en toda su plenitud en un extenso repaso por las canciones de su trayectoria, tras presentar a sus fans las posibilidades -que no son pocas- de las nuevas composiciones.
En un ambiente mágico por la singularidad de la cita, Foo Fighters se metió al público en el bolsillo desde el minuto uno hasta el esplendoroso final. Entre medias transcurrieron tres horas en las que la banda mantuvo el pulso y la tensión como si tuvieran veinte años y mucho que demostrar. Una pasión y una fuerza que se agradece y que fue el marco en el que se presentaron temas tan poderosos como 'The Sky is a Neighborhood', 'La Dee Da' o 'Sunday Rain'. Canciones afiladas y vibrantes que encajaban a la perfección con temas más clásicos de su repertorio como 'Best of you' o 'Everlong', cartuchos finales y sudorosos de una noche de consagración a lo que hace grande al rock: la pasión, la entrega y la energía más juvenil, aunque muchos de los asistentes pinten canas y luzcan tripita cuarentona.
El paso de Foo Fighters por Barcelona hizo feliz a unos seguidores que vivieron una noche mágica sin un foso o una grada que los separase de sus héroes y deja sensaciones positivas a lo que no son tan leales: el rock tiene presente y futuro mientras haya grupos que lo vivan y lo entiendan como Dave Grohl y sus amigos.