His Golden Messenger, canciones positivas para tiempos convulsos
La banda estadounidense vuelve a las tiendas, un año después de su última entrega, con Hallelujah anyhow, un disco que reclama optimismo ante las tinieblas
Madrid
M.C Taylor es uno de los músicos más en forma de la escena americana. En el último lustro ha mostrado una sana costumbre que pasa por entregar grandes discos de forma puntual. Quizá no sean discos llamativos ni resultones, de esos que presentan poderosos singles que asaltan las ondas. Tampoco es un habitual de los grandes festivales, pero al margen de eso His Golden Messenger hace canciones hermosas que se cobijan en unos discos con una cualidad especial: se pueden escuchar en bucle sin cansarte de ellos.
Tras este intenso camino, la banda ha editado siete discos desde 2008, His Golden Messenger llega a septiembre de 2017 con Hallelujah anyhow, un álbum breve y pausado, de esos que alegran mañanas en las que hay poco que hacer y en las que no hay que beber el café con prisas. Las nuevas canciones del grupo de Carolina del Norte transcurren por aguas mansas creando un efecto de paz que se agradece en estos tiempos tan agitados. Un álbum positivo que reclama las buenas sensaciones y que resalta el poder de la música para frenar las angustias.
Hallelujah anyhow llega apenas un año después del fabuloso Heart like a leeve y cuatro más tarde que Haw, el álbum que los dio a conocer tras llamar la atención de la prensa estadounidense. En estos años, los chicos de Taylor no han parado de grabar, ya de la mano de Merge Records, y de mostrar el buen momento que viven y su capacidad de evolucionar y de jugar con los distintos estilos, ya sean el pop, el blues, el soulbbb o el folk rock. Y de todos estos viajes han salido victoriosos, más curtidos y más valorados tras la escasez de reseñas negativas de sus discos.
Su nueva entrega son diez canciones en 38 minutos y reclama atención, tiempo de escucha pausada en la que canciones como Domino, When the wall comes down, Caledonia o Harder rain muestran toda su magia, la de un grupo, que sin hacer mucho ruido, está en racha.