El grito más famoso de la Historia del arte

Madrid

Iba caminando con dos amigos por el paseo. El sol se ponía. El cielo se volvió de pronto rojo; yo me paré. Cansado me apoyé en una baranda sobre la ciudad y el fiordo azul oscuro no veía sino sangre y lenguas de fuego. Mis amigos continuaban su marcha, y yo, seguía detenido en el mismo lugar temblando de miedo. Sentí como si un grito hubiera atravesado la naturaleza. Sentí un grito. Con estas palabras describió el pintor Edvard Munch lo que sintió en un paseo por Oslo en 1892.

Un hecho que, no solo cambió su vida, sino también la Historia del arte. Munch quiso enseñar al mundo lo que había sentido y, así, surgió 'El grito', su cuadro más famoso y la obra más característica del movimiento expresionista. Es la historia que nos ha contado este jueves Miquel del Pozo en 'La Ventana del Arte'.

"Esta obra refleja la angustia existencial del hombre moderno, justo en el paso del siglo XIX al XX", ha manifestado del Pozo. "Era una época de grandes cambios, de grandes revoluciones tecnológicas y donde las grandes verdades se desvanecieron". Ese, según Miquel del Pozo, pudo ser el origen del extraño e impactante sentimiento que experimentó el artista noruego.

"El expresionismo busca expresar un sentimiento interior. Ya no se pretende imitar la realidad, como ocurría desde el renacimiento, sino plasmar tus propios sentimientos", ha afirmado del Pozo sobre el movimiento que encabezó Munch.