Sentados en un polvorín
Sinceramente, lo siento: no puedo entenderlo
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Madrid
Si no fuera un asunto tan serio, tan grave y tan peligroso, la verdad es que la crisis de Estado por el tema de Catalunya está proporcionando algunos titulares realmente dignos de ‘El mundo today’. Que la compañía de seguros de La Caixa haya rescindido la póliza con el Parlament y la Generalitat puede sonar un poco a chiste; pero que la administración de lotería “la bruixa d’or” (“la bruja de oro”) en Sort también traslade su sede fuera de Catalunya, eso ya es definitivo.
La opinión (17/10/17) - Sentados en un polvorín
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Para reír, si a uno le quedan ganas –a mí me quedan más bien pocas– pero sobre todo para llorar, porque ya son casi 800 las empresas que han tomado las de Villadiego, mientras la actividad turística en toda Catalunya se ha reducido un 15% en apenas dos semanas. El parte de daños económicos, por lo tanto, comienza a ser abrumador; la temperatura social en Catalunya amenaza con dispararse de nuevo tras el encarcelamiento de los Jordis –los dirigentes de Omnium Cultural y de la Asamablea Nacional Catalana– y en el terreno político pues no se advierte ni un solo signo conciliador.
En resumen: un desastre, un puñetero desastre. Bueno, ya sé que esta visión no es compartida por todo el mundo, pero es que no consigo entender ni la indisimulada satisfacción de los que defienden leña al mono para solucionar el tema y aplauden las encarcelaciones ¡como si eso fuera una solución! Como si eso fuera a borrar el problema, ni tampoco la épica y el victimismo un pelín masoquista, por cierto, con que se adornan algunos discursos en Catalunya.
Lo malo es que así van pasando los días; y vamos acumulando agravios, incomprensiones, rencores. Estamos ahora mismo como el monte en Galicia hace unos días, antes de quemarse.
Estamos sentados en un polvorín ¡y hay gente que lo disfruta! Sinceramente, lo siento: no puedo entenderlo.