¿De la locura no se salva ni dios?

Hemos hablado con el psiquiatra, Jesús de la Gándara, que ha escrito sobre el elogio de la cordura.¿Hay cordura dentro de los momentos de locura?

Todos somos un poco loco. Como decía Schopenhauer "Visto de cerca nadie es normal". Irene Lozano nos pregunta ¿De qué nos serviría esta idea de sacar a flote todas nuestras locuras y compartirlas? Seguramente para comprobar que nuestras rarezas forman parte de una normalidad no contada o no pública.

Tendemos a pensar que nuestras manías, nuestras rarezas, incluso nuestras debilidades y nuestra vulnerabilidad nos alejan de la normalidad y nos acercan a la locura. Alain Botton insiste en que deberíamos también aprender a ver la cordura que hay en los momentos de locura.

En algún momento petamos y nos cortamos el pelo, nos lo pintamos, dejamos un trabajo buenísimo y nos vamos a La India buscando sentido a nuestra vida. Todos estos momentos de locura o de estupidez son un descanso que le damos a nuestra mente, por tanto, son en el fondo una reacción sana a las presiones y una reacción buena a esa sensación de no poder más.

Erasmo de Rotterdam en la obra "Elogio de la locura", nos recuerda que hasta la gente más poderosa, más culta, más leída y más importante está tarada. Se ríe hasta de sí mismo, de sus errores y supersticiones a pesar de ser un estudioso.