¿En tu foto o en la mía?

Madrid

Parece que la amistad de Bertín Osborne y Arévalo pasa por un mal momento. Nuestro interés por su respetable relación tiende a cero, pero es muy interesante el motivo de la ruptura. Bertín celebró una comida privada en su casa, allí estaban el rey Juan Carlos y su hija Elena, hubo foto de familia y a Arévalo no se le ocurrió otra cosa que difundirla en las redes para presumir de que él había cocinado la paella para gente tan ilustre. Al presentador le molestó la exhibición y la cosa puede acabar con 20 años de amistad.

La situación seguro que les suena. Porque hay mucha gente que difunde planetariamente esas imágenes que se obtienen en un ámbito privado y que antes se guardaban en un álbum para presumir ante las amistades. Una actitud que ilustra cómo la globalización ha difuminado la sagrada frontera de lo privado, un territorio a cuyo disfrute tienen también derecho los personajes públicos. Y no hacen falta leyes para determinarlo. El sentido común suele señalar el camino correcto. Y cuando se carece de él, una sencilla pregunta disipa cualquier duda: ¿os importa que cuelgue esta foto? Es un referéndum muy sencillo con censo tan limitado. Y, en casos como este, no nos costaría anticipar el resultado.