Qué es Puigdemont para ti

En la noche de ayer, la periodista Ana Pastor le preguntó a Ada Colau: “Qué es Puigdemont para usted”. Hay también un concurso dirigido a los niños en los que se pregunta: “Qué es un rey para ti”. Los niños tienen que pintar al rey de España; lo hacen bien o mal, pero lo hacen. Bien: la alcaldesa de Barcelona tuvo que pintar a Puigdemont y dijo que no sabía hacerlo. Llegó a decirlo literalmente: no sabe cuál es el presidente de la Generalitat.

Colau ha llegado la primera a donde se está dirigiendo Podemos desde el inicio de la crisis catalana: el lugar en el que ya no se sabe dónde están las cosas. De ambigüedad también se muere. Como nuevo fenómeno, Podemos quiso contentar a todo el mundo cuando nació, también a la derecha: era el partido de los de abajo. Desde entonces ha ido estrechando su espacio, a veces por voluntad propia y a veces por la de los demás. Siempre ha mantenido ese espíritu de no querer fallar a los suyos: algo que está muy bien si se sabe cuáles son los tuyos. Y en Cataluña Podemos no sabe dónde están sus votantes, no sabe dónde están sus dirigentes, no sabe dónde están las instituciones catalanas ni quién manda en ellas y, por no saber, un sector ya fulminado no sabía hasta ayer qué sistema de gobierno regía en Cataluña. Hay dos formas de cargarse un proyecto político: la primera es no gustarle a nadie. La segunda, mucho más eficaz, es querer gustarle a todo el mundo.