Volvamos a los detalles, a la política

Madrid

Recuperemos la política, recuperemos los matices y, hasta diría, recuperemos la cordura. Empezamos la semana con la descompresión que suponía la aplicación de un artículo 155 con una fecha de caducidad mucho más cercana de lo que pensábamos, antes de Navidad, con una sorprendente convocatoria de elecciones, pero la terminamos con casi todo el cesado gobierno catalán durmiendo en la cárcel.

En medio, el desconcierto del independentismo por la fuga de Carles Puigdemont y la invisibilidad de una república que algunos insisten en dar por proclamada, por cierto solo horas después de haber estado a punto de convocar elecciones y olvidarse de la proclamación. Quizás ya es el momento de empezar a pensar que de esta manera no vamos a ningún sitio. Entre la proclamación y la encarcelación hay una gama de matices tan amplia que sería interesante empezar a explorar. Empezar a escuchar aquellas voces que han sido capaces de encontrar estos matices, dejarles hablar sin insultarles por lo que dicen o por lo que proponen.

Volvamos a la política, por favor, si es que alguna vez estuvimos en ella, porque nos estamos haciendo demasiado daño, a nosotros mismo como colectivo, catalán o no catalán, rompamos el abono a la propaganda y empecemos a escuchar y a proponer, porque esto ya es insostenible. Volvamos a los matices y abandonemos el blanco y el negro o los buenos y los malos, abandonemos la confrontación y los extremos porque en medio hay tantas cosas por explorar que sería una lástima dejarlas perder.

Que las elecciones del 21 de diciembre, que en su momento vimos como desatascador no se plantee en bloques, porque la diversidad de pensamiento y de ideologías es muy rica, y los ciudadanos necesitamos encontrar la nuestra, con la que nos sintamos cómodos. Esta crisis está dejando demasiados huérfanos. Hagamos un esfuerzo entre todos porque ya somos muchos los que, como Carles Francino, decimos que ya no podemos más.