En fase preelectoral
El clima político, que ya está muy crispado, entra en fase preelectoral, lo que multiplicará el ruido, los intereses cruzados, las exageraciones, y el insufrible sectarismo que ya venimos padeciendo
En fase preelectoral
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La campaña catalana empieza a registrar ya movimientos en todas las direcciones. A cinco días de que termine el plazo para presentar las listas parece claro que los independentistas, salvo sorpresa, irán por separado. Que Puigdemont encabezará la lista del PDeCAT, no se sabe si con el nombre de su partido o con otro que pretenda ampliar apoyos. Que el partido antisistema por excelencia, la CUP, se presenta a las elecciones del sistema convocadas al amparo del 155. Que el ex dirigente de Podem, Dante Fachín, crea una plataforma diferente y ya veremos en qué candidatura acaba. Y sobre todo, que los Comunes de Ada Colau rompen con el PSC y ponen la estabilidad de otra institución catalana, ahora el Ayuntamiento de Barcelona, al servicio de la campaña electoral. Y son sólo los movimientos de este fin de semana. Tendremos que ver algunos más antes del viernes.
También está clara la enorme movilización popular que, pese a los desengaños de las últimas semanas, tiene detrás el independentismo. El sábado, pidiendo la libertad de los dirigentes encarcelados, fue una nueva muestra, y esa es la mayor evidencia del problema político que habrá que abordar pasado el 21 de diciembre, sea cual sea el resultado de las elecciones. La incógnita a partir de este viernes será qué proyecto le presentan a esta multitud cuando, en privado, todos los dirigentes independentistas reconocen que la independencia unilateral se ha demostrado inviable.
A partir de ahora, el clima político, que ya está muy crispado, entra en fase preelectoral, lo que multiplicará el ruido, los intereses cruzados, las exageraciones, y el insufrible sectarismo que ya venimos padeciendo. Otra vez, y más que nunca, habrá que estar atentos no a lo que digan sino a lo que hagan.