Soledad Méndez "Vine como voluntaria para 15 días y sigo en Galicia 15 años después"

Madrid

Hoy se cumplen tres lustros de la mayor tragedia ecológica de la Historia de España. El hundimiento del petrolero Prestige dejó cientos de kilómetros de costa gallega llenos de negro chapapote y en evidencia a unos políticos que no quisieron admitir la magnitud de lo sucedido.

En la otra orilla estaban ellos, los voluntarios, incansables, venidos de todas partes de España y de Europa, para echar una mano, dando la mejor versión de esta tragedia. voluntarios como Soledad Méndez. 

"Yo estaba por aquel entonces en Cabo de Gata con un pequeño proyecto de agroturismo y me enteré de lo sucedido. Cogí mi furgoneta, la equipé para venir unos 15 días para colaborar porque no podía contenter la rabía y también por el respeto al medio ambiente que siempre me ha acompañado", nos cuenta Soledad. 

Soledad, que sigue viviendo en Galicia cuidando la naturaleza, quiso predicar con el ejemplo y no ha parado desde entonces: "Tras la catástrofe se puso en marcha el 'plan galicia' y es cierto que se tomaron medidas, pero no se destino el dinero suficiente a medidas de regeneración ambiental y concienciación social". 

"Esta en nuestra mano conservar todo lo maravilloso que aún queda en esta tierra donde aún hay playas vírgenes, y dejar un buen legado a nuestro hijos", concluye Soledad, extremeña de nacimiento y gallega de corazón.