Indetectable supone intransmisible
El editorial de Celia Blanco en 'Contigo Dentro'
Esta es la semana de luchar contra la serofobia. De que nos pongamos la pila de una vez por todas para que el Día Mundial del SIDA, el 1 de diciembre, sea de verdad el día en el que todos luchamos contra el odio hacia las personas portadoras del VIH.
Indetectables son todos aquellos que inician su tratamiento con la carga viral que corresponde y que pasados unos meses dejan de tener el VIH detectable en su sangre. La evidencia científica y médica ha demostrado que estas personas no infectan a sus parejas sexuales.
Cuéntenselo a todos los que conocen. Díganles que una persona portadora del VIH que está siendo tratada, estará enferma, seguramente para el resto de sus días, pero no infectará a sus amantes. No lo digo yo, lo dice la ciencia médica. Lo dicen los que investigan para frenar el VIH. Negar la evidencia sería, no solo un acto de irresponsabilidad social. Sería también una crueldad y un acto cargado de odio. Luchemos contra el estigma que sufren las personas infectadas.
El #PlacajeAlVIH pasa por animar a todos los que conocemos a que se hagan las pruebas pertinentes que puedan determinar si están infectados o no. Cuanto antes se sepa, antes podrán tratarse. Ciuanto antes se traten, antes pararemos la infección de otros.
Luchemos contra el VIH usando profilácticos en nuestras relaciones sexuales. Eligiendo lubricantes para nuestras noches amatorias que faciliten el sexo, descubramos juntos las barreras de látex que puedan protegernos. El año pasado, se estudiaron más de 58.000 parejas en las que uno era seropositivo en tratamiento y el otro no ¿y saben qué? Ninguna persona con VIH pasó el virus a su pareja. Esta es la noticia que debería porpagarse como la pólvora esta semana.
Hagamos de 1 de diciembre el día en el que a nadie le quedó ninguna duda de cómo protegerse del virus; el día en el que todos supimos si estábamos o no infectados, el día que actuamos para que los tratamientos médicos hicieran su trabajo y así, paremos esta enfermedad.
Indetectable supone intransmisible. Y esa es la mejor noticia que debemos gritar a los cuatro vientos.