Nacho Carretero: "Hoy en día es imposible escapar del fútbol"
¿Vuelcan los padres sus propias frustraciones sobre sus hijos?
Madrid
Transmitido casi siempre familiarmente como si se tratase de la herencia de una religión, el fútbol puede ser un buen punto de partida para analizar las relaciones entre padres e hijos.
"De pequeño jugaba mucho al fútbol, me gusta mucho como deporte. Lo que no me gusta es cómo nos bombardean continuamente desde todo tipo de medios de comunicación. El fútbol actualmente tiene un peso desmedido en la sociedad", reflexiona Nacho Carretero.
Según las cuentas de Sergio del Molino, quien reconoce que "de pequeño era muy torpe y jugaba mal al fútbol" en España el deporte rey no es tan masivo como puede parecer: "La gran mayoría de los españoles no vieron el último enfrentamiento entre el Madrid y el Barça, por ejemplo. El fútbol quizás no sea tan mayoritario como nos venden".
Fútbol y niños
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Para acercarnos más y mejor a esta realidad, hemos hablado con Galder Reguera, una de esas personas enamoradas del fútbol, un veneno que le inoculó su abuelo a través de los colores del Athletic Club de Bilbao, y que le ha llevado a escribir un libro titulado "Hijos del Fútbol".
"Mi abuelo nos llevaba a mi primo y a mi a San Mamés cada 15 días. El fútbol era una anécdota, lo importante era la excursión. Lo que me gustaba era ver a mi primo emocionado con el ambiente o a mi abuelo feliz cuando marcábamos un gol", rememora el actual responsable de actividades de la Fundación Athletic.
Padres en busca del nuevo Messi
Últimamente son varios, demasiados, los ejemplos en los que la influencia de los padres sobre sus hijos, que se obsesionan con que estos triunfen como futbolistas y se conviertan en las nuevas estrellas del balompié, dejan mucho que desear.
"El fútbol como válvula de escape es sano, pero algunas de las prácticas que podemos observar en el fútbol base, como la competencia extrema, no tienen nada que ver con lo que tendría que ser: deporte y diversión", deja claro Nacho Carretero, autor del artículo 'Tu hijo no va a llegar a jugar en primera, déjalo en paz'.
"Es cierto que hemos sido testigos de padres perdiendo los papeles en partidos de fútbol infantil, pero la mayoría de las veces no pasa nada malo. Es como lo que me pasa a mí con los aviones, el porcentaje de accidentes anuales en relación con los vuelos son mínimos pero yo sigo teniendo miedo cuando vuelo porque nos quedamos solo con lo malo", opina Galder.
"La presión que veo en el fútbol no la veo en otros deportes. Del fútbol salen episodios de este tipo de situaciones hostiles. En latino América se viven situaciones horribles, algunos padres se desviven para que su hijo sea el nuevo Messi y dan pie a un mercado de niños futbolistas, una realidad insospechada", concreta Sergio del Molino.
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Según Galder no es que la rivalidad sea un mal necesario, sino que es una de las virtudes de este deporte: "cuando soy visitante en otro estadio, me siento cómodo cuando al hincha del otro equipo muestra cierta rivalidad deportiva. Si le quitas eso al fútbol, pierde la gracia. Siempre que esa rivalidad sea vivida como adultos, claro".