The Rad Trads, América cabe en un disco
La banda neoyorquina The Rad Trads recorre España presentando las canciones de su disco de debut
Madrid
Nueva York es especial porque contiene una pequeña representación de todas las culturas del mundo. Una torre de Babel de rascacielos donde se puede encontrar cualquier cosa, todos los sabores y el abanico entero de colores de piel. Quizá por ello, y por eso que dicen de que nunca duerme, Nueva York sea la cuidad perfecta para encontrar todos los sonidos del mundo. Del flamenco al afrobeat, sus calles han escuchado los sonidos de todas las culturas. En Nueva York han encontrado su urbe ideal los chicos de The Rad Trads, una de esas maravillosas excepciones capaces de sintetizar toda la música americana.
La banda neoyorquina debutó el año pasado con We must call them Rad Trads, un disco breve -apenas 34 minutos- pero que contiene todos los matices de eso que malamente se llama Americana y que ofrece folk, country, soul, swing y blues. Un sonido envuelto en una sección de vientos irresistible y aderezado por cuatro voces capaces de turnarse o juntarse con igual acierto y que remite a esos años mágicos de The Band.
- fechas gira
El primer álbum de la banda llega tras cinco años intensos repleto de misiones. La primera, conquistar Nueva York. Partiendo de Brooklyn, el grupo ganó la batalla por derribo. Tocaron todas las noches en todo bar, tienda o local que los quisiera. Curtidos en la gran urbe, The Rad Trads tomaron la carretera con la misma estrategia. Ya han tocado en 32 Estados de EEUU. De allí a Europa con siete giras desde su primer EP de 2012. Por el camino fueron teloneros de veteranos como Tom Jones, Lee Fields, Jon Batiste o Taj Mahal. Una licenciatura musical de cinco años con muchos kilómetros, decenas de bares y muchas horas de vuelo que han cristalizado en un fabuloso disco, uno de los más destacados en su categoría en 2016. Una banda capaz de soñar a lo grande y perseguir ese sueño. El resultado es una banda en plena forma que suena a América, quizá no a toda, pero si a una de sus partes más adictivas.