De heroína a villana

Madrid

Hace menos de diez años, Aung San Suu Kyi se convirtió en un emblema de la paz a nivel mundial. Su resistencia pacífica a los quince años de arresto domiciliario que le impuso la junta militar en la sombra de su Birmania natal le valió el Nobel de Paz, el premio Sajarov del Parlamento Europeo o la medalla presidencial de la Libertad, la más alta distinción que otorga Estados Unidos.

Su popularidad caló en la sociedad con gestos como el de la banda irlandesa U2 que reservó minutos de su gira '360º Tour' a defender su causa. En agosto de 2009, el grupo pasó por el estadio Maksimir de Zagreb y Bono dijo de ella: “Hoy, nuestro corazón está con una mujer que, como el doctor King y Nelson Mandela o los héroes de las calles de Irán, lucha por la igualdad por vías pacíficas. Ha vivido buena parte de los últimos 20 años bajo arresto domiciliario. Si fuera libre, ganaría las elecciones… ese es su único crimen”.

El pasado 11 de noviembre, la banda colgó en su web el comunicado “Nunca nos imaginamos esto…” en el que lamenta y condena la inacción de la actual ministra birmana respecto al éxodo de los rohingyas que ha provocado cientos de muertos y más de seiscientos mil desplazados.

Un gesto de rechazo que se propaga con la misma rapidez que lo hacen las imágenes de los refugiados huyendo hacia Bangladesh.

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Incluso la ciudad de Oxford, dónde Suu Kyi conoció a su marido y dio a luz a sus dos hijos, le acaba de retirar su título de honor por su indiferencia con esta tragedia. Para los críticos, la mayor prueba de esta aparente indiferencia es la incapacidad de Suu Kyi de mencionar esta crisis en sus discursos, incluso pronunciar expresamente el nombre de los rohingyas desde el puesto de responsabilidad que ahora ocupa.

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Pero… ¿son justas estas críticas? ¿el poder ha cambiado a Suu Kyi o simplemente engañó al mundo hace diez años? ¿qué poder sigue teniendo la junta militar en Birmania? ¿Y la religión? La periodista Rosa María Calaf responde a estas y otras preguntas este domingo en ‘Punto de Fuga’.

Además… Recibimos la última información disponible sobre el terreno sobre el estado de los rohingyas desplazados con el equipo de Médicos sin Fronteras en Bangladesh. Juan José Rodríguez Sendín explica el último gesto del gobierno que beneficia a la gran industria farmacéutica a costa de la autonomía de las comunidades. Y el cantautor Daniel Hare nos visita para presentar su primer trabajo 'Dia D, Hora H' en el que le canta las cuarenta a los banqueros.