Aubameyang quiere quedarse en Madrid

El traductor de Peter Bosz creó un instante de confusión en la sala de prensa del Santiago Bernabéu. Mientras el técnico del Dortmund respondía en alemán, la voz que explicaba en castellano sus declaraciones decía que Aubameyang es "pésimo, muy malo, sin nivel para el Real Madrid". La broma lanzada por el entrenador era el paso previo a una frase muy contundente sobre el futuro de su estrella. "Espero que no se vaya al Madrid y se quede con nosotros".

Tal y como ha informado la Cadena Ser, Pierre Aubameyang quiere jugar a las órdenes de Zinedine Zidane. Es un amor que viene de lejos, él llegó a verse de blanco hace un año y no para de hacer guiños a Florentino Pérez. El último esta misma semana ante las noticias que hablan de un fichaje para el ataque madridista en el próximo mercado invernal. La típica llamada entre el ofrecimiento y el sondeo que saca a la luz la ilusión de un delantero total. El de Gabón no es el perfil de delantero que busca Zizou. Su elevado sueldo, el precio que pedirían para dejarle salir de Alemania y el papel de intocable que tiene Benzema juegan en su contra.

La aparición de Aubemayang en Chamartin la pasada campaña fue todo un acontecimiento. Todos queríamos ver de cerca a ese jugador diferente, de moda en la Bundesliga, que eliminaba rivales con una facilidad pasmosa. Hoy los focos no le alumbran, si acaso desde Inglaterra gracias al interés de Kloop por llevárselo a Anfield.

Lejos queda aquella conversación entre Hans-Joachim Watzke, del Borussia Dortmund, y su amigo Florentino. Watzke le dijo a Florentino que Aubameyang sólo estaba en venta para él, que podía estar tranquilo. El Madrid no se planteó la operación, algo que se puede repetir una vez más.

El partido que cierra la fase de grupos carece del glamour habitual que tiene este clásico continental. Bosz dejó claro que si el Madrid está en crisis no sabría calificar como están ellos y que la plantilla blanca de este año no es peor que la del año pasado. Salvo sorpresa, serán terceros de grupo con sólo dos puntos. De ahí las ganas que tienen algunos de cambiar de aires.