La extrema derecha vuelve al gobierno de Austria
La primera vez tuvo lugar en 2000, también de la mano del Partido Popular, bajo la dirección de Jorg Haider
Madrid
El popular Sebastian Kurz y el ultra Heinz-Christian Strache han presentado esta mañana el acuerdo de gobierno al presidente de la República, el verde Alexander Van der Bellen, quien, tras reunirse esta mañana con ambos políticos, no ha puesto objeciones a que el Partido de la Libertad pueda ocupar las carteras de Interior y Defensa. El motivo lo ha explicado en un tuit tras constatar la vocación europeísta del nuevo gobierno federal. De esta manera, la extrema derecha vuelve a un gobierno en Austria. La primera vez tuvo lugar en 2000, también de la mano del Partido Popular, bajo la dirección de Jorg Haider, que no ocultaba su ideología neonazi y que falleció, años después, en un accidente de coche.
Entonces, la mayoría de los países de la Unión Europea adoptaron medidas políticas y diplomáticas contra el ejecutivo austriaco. Los miembros del gobierno francés del socialista Lionel Jospin, por ejemplo, llegaron a boicotear los consejos de ministros comunitarios con presencia de ministros ultras. Unos meses después, la coalición se dió por terminada con unas nuevas elecciones que dieron una victoria más clara al Partido del Pueblo.
No parece que esa respuesta se vaya a repetir en esta ocasión. En Austria, el Partido de la Libertad ha rebajado su discurso antieuropeo para conseguir el acuerdo al renunciar a una de sus promesas electorales: la celebración de un referendum para la salida de Austria de la Unión. "No hay nada que temer del nuevo gobierno", ha asegurado el futuro ministro del Interior, Herbert Kickl, una de las figuras relevantes de la formación ultra.
En Europa, la extrema derecha ha subido en muchos estados, incluidos Francia y Alemania. De hecho, el sábado ha celebrado una cumbre anti-islam en Chequia, auspiciada por el empresario checo-japonés Tomio Okamura y con la participación e la francesa Marine Le Pen y el holandés Geert Wilders.
En Austria se espera que los nuevos ministros tomen posesión el lunes en medio de las protestas convocadas en las calles de Viena.