Una llamada feroz
¿Ustedes saben el valor que tienen estas palabras? ¿Se imaginan la de chavales y chavalas, con sus padres, familia y amigos incluidos que pueden verse reflejados, sentirse identificados?
undefined
Madrid
Hoy me rondan por la cabeza algunas frases, algunas reflexiones que tienen que ver con aprovechar las oportunidades. Por ejemplo, esa que dice: “las oportunidades son como los amaneceres; si esperas demasiado tiempo, los echas de menos”. O esta otra: “haz lo que puedas, con lo que tienes y donde te encuentres”. Esta última es de Roosevelt. ¿A cuento de qué viene todo esto? Pues miren, hace apenas dos semanas una plataforma tan potente como la gala de los globos de oro sirvió para propulsar a todo el mundo el mensaje de que las mujeres –muchas mujeres– están hartas del acoso, del ninguneo y de la desigualdad.
Una llamada feroz
03:06
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000004884517/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
El discurso de Ophra Winfrey impactó como un tsunami porque además contaba con un altavoz –y un escenario– del que sólo Hollywood es capaz. Se podrá objetar –o matizar– si hubo algo de sobreactuación, o si ese Hollywood exhibe tanta hipocresía que a veces da rabia. Pero da igual: esa fue una oportunidad muy bien aprovechada, y es lo que me parece más importante. Sobre todo porque anoche, en una escala más modesta en el tamaño pero con la misma fuerza, se repitió la historia; esta vez en la gala de entrega de los premios feroz.
Javier calvo, uno de los directores de “La llamada”, premiada como mejor comedia del año, fue el que rompió a llorar defendiendo, en este caso, al colectivo homosexual. ¿Ustedes saben el valor que tienen estas palabras? ¿Se imaginan la de chavales y chavalas, con sus padres, familia y amigos incluidos que pueden verse reflejados, sentirse identificados? Con un añadido, además: Ophra Winfrey es una veterana, a punto de cumplir 64 años, millonaria. No parece que tenga que pedir permiso a nadie para decir lo que le venga en gana; eso no le resta valor a sus palabras. Pero Javier calvo es –iba a decir otro chaval– de 27 años que acaba de llegar, que está en un momento muy dulce, con la peli, con el papel de “los Javis”, él y su prometido, en “Operación Triunfo”, pero que no tenía ninguna necesidad de exponerse así. Sobre todo en un país donde la homofobia, los prejuicios y las etiquetas aún pesan demasiado.
Por eso creo que lo suyo es eso: haber aprovechado la oportunidad con un gesto de coraje que le honra; con una llamada –si me permiten el juego de palabras– realmente feroz.