Eventos deportivos que dan mucho juego (sexual)
El editorial de Celia Blanco en 'Contigo Dentro'
Madrid
Mi experiencia sexual con los norteamericanos es limitadísima. Es una de las muchísimas nacionalidades que no tengo en mi haber. No sabría corroborarles ni uno solo de los mitos sexuales que se les ocurra, si es que tienen la más mínima intención de que hable de sexo yankee. Lo único que puedo decirles es que así, delante del televisor, viendo esas armaduras, que a mí más me recuerdan a los gladiadores, no puedo evitar lanzar algún que otro suspiro...
Los gustos se hicieron para defenderlos, para disfrutarlos y para mejorarlos. Y si a mí me pone más caliente que el asfalto de Georgia cualquiera de esos jugadores, no consentiré que me quiten la emoción de poder disfrutar del espectáculo. Un espectáculo que también ha tiene sus mierdas:
El quarterback de los Green Bay Packers, Aaron Rodgers, envió a un amigo una foto de su novia, la actriz Olivia Munn, practicándole sexo oral. ¿Imaginan cuánto tardó en estar colgada en la red? Otros tres ex jugadores de la liga de fútbol americana acaban de ser despedidos de la cadena de televisión en la que trabajaban comentando los partidos después de que una compañera, estilista de vestuario, los denunciara por acoso sexual. Y el legendario entrenador en jefe del equipo de fútbol americano de la Universidad Estatal de Pensilvania, Joe Paterno, fue despedido en 2011 después de que un menor acusara a uno de sus asistentes de haber abusado sexualmente de él. Michael Sam, el primer jugador de fútbol americano profesional que salió del armario, terminó dejando la competición después de sufrir en sus propias carnes ser homosexual en un deporte eminentemente de machos. Les he contado solo tres, pero hay muchas más. Y también fue en una de estas finales que está retransmitiendo ahora mismo en directo José Antonio Ponseti cuando Justin Timberlake dejó al aire uno de los pechos de Janet Jackson... Organizándose un auténtico dos de mayo.
Quizás convendría repasar qué es escandaloso, si los abusos sexuales, la homofobia o el cuerpo humano al desnudo.
Es más que probable que disfrutáramos muchísimo más de cualquier deporte cuando la tolerancia, el respeto y la diversidad sexual sean una realidad. La última edición de la superbowl congregó una audiencia de más de 111 millones de espectadores. Imaginen lo que podríamos educar y aprender si nos dejaran manifestar todas las sexualidades, orientaciones e identidades de género existentes.
Nunca un evento deportivo dio tantísimo juego...