Puigdemont tensa y el gobierno responde

Madrid

La estrategia de Carles Puigdemont está clara. Seguir tensionando la situación y trasladar esta tensión a las instituciones del estado. Ayer anunciaba su paso al lado, pero era un movimiento cargado de metralla, propone como candidato a la investidura a Jordi Sánchez, en prisión preventiva. La justicia, en este caso el juez Llarena va a tener que pronunciarse. Pero antes de que lo haga, e incluso, después de que lo haga, el debate público ya está servido. ¿Puede Jordi Sánchez ser candidato a la investidura?

Y en el debate entran juristas que dicen que si, que alguien en prisión preventiva sin haber sido procesado, tiene intactos todos sus derechos políticos, y entra, también el gobierno que dice que no puede ser uno presidente si está en la cárcel. Puigdemont tensa y el gobierno responde, aunque el pulso sea materia judicial.

Y es que esto es lo que parece que va a ser la estrategia de Puigdemont que sabe que en cuanto haya un gobierno estable su presencia va a ir disminuyendo y por eso su propósito de alargar cuanto más mejor la incertidumbre del nuevo gobierno, y echar mano, el también de la judicialización del caso. Los tiempos de la justicia pueden también ayudarle.

Aunque mientras tanto Catalunya siga sin autogobierno, aunque esto a él parece importarle poco.