Inestabilidad 'per tutti'
España tendrá que avanzar asumiendo que Cataluña va a tardar en recuperar la normalidad. Pero la inestabilidad no es patrimonio nuestro. Estamos ante un fin de semana de urnas decisivas en Italia y Alemania.
En el laberinto
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El guion del independentismo catalán entrega capítulos sin más sorpresa ya, que la evidencia de que están en un laberinto del que no saben salir, insólitamente secuestrados por la voluntad de un líder sobrevenido, huido de la justicia, que no presenta mayor hoja de servicios al conjunto de los catalanes que haberlos conducido al laberinto. Puigdemont dice ahora, por fin, que no puede ser presidente y elige a dedo sucesor: Jordi Sánchez, un hombre imputado y ahora mismo en prisión preventiva.
España tendrá que avanzar, asumiendo que Cataluña va a tardar en recuperar la normalidad. Pero la inestabilidad no es patrimonio nuestro. Estamos en puertas de un fin de semana de urnas muy diferentes, pero urnas decisivas en Italia y Alemania.
En Alemania, las bases del que fue poderoso Partido Socialdemócrata votan el acuerdo de un nuevo gobierno de coalición con los conservadores de Angela Merkel. Cinco meses después de las elecciones, los socialistas cargan sobre sus hombros la estabilidad de Alemania y con ella la del resto de Europa. Es una encrucijada endemoniada porque la anterior gran coalición los ha dejado electoralmente en los huesos y le ha dado alas a la extrema derecha.
Y en Italia se cierra hoy una campaña electoral envenenada, donde ha brillado la ausencia de debate sobre propuestas concretas de los partidos, volcados en intentar conquistar con eslóganes de última hora al 43% de indecisos, que auguraban las encuestas antes del apagón impuesto por la ley. Una campaña electoral marcada por la necesidad de reafirmar el antifascismo ante el auge de movimientos de ultraderecha que ya no esconden su ideario y que han llevado a la calle un nivel de confrontación cada vez más alarmante. Una campaña en la que ha resucitado un Berlusconi que ni siquiera es candidato -está inhabilitado por fraude fiscal- pero que se ha paseado por los platós de Televisión como si, obviando cualquier dato de la realidad, fuera a ser él de nuevo el primer ministro.
Del resultado del domingo dependerá no solo el futuro de Italia, sino también su papel en Europa, con un centro-izquierda, europeísta, pero en grandes dificultades, un centro-derecha empujado cada vez más a la derecha por un partido antieuropeo y xenófobo como la Liga Norte; y finalmente la gran incógnita del Movimiento 5 Estrellas que en el Parlamento Europeo comparte grupo político con el UKIP, el que empujó Reino Unido hasta el Brexit.